El verano es la época por excelencia de las bodas, pero entre el confinamiento y la nueva normalidad muchas se han cancelado o aplazado, aunque hay que decir que algunos no han querido esperar y han decidido dar este gran paso durante los meses más difíciles de la pandemia. Es el caso de Rafa y Natalia que se casaron en pleno estado de alarma delante del párroco y los testigos. Lo contó Rafa, el marido, en Tiempo de Juego con Paco González. Eso sí, su familia y amigos no se quisieron perder lo que se convirtió casi en una boda telemática y pudieron seguir la ceremonia por vídeollamada.

Sin embargo, la mayoría de parejas han preferido esperar para poder celebrar la boda que tenían prevista. Y esto ha repercutido directamente en fincas, restaurantes y tiendas del sector nupcial, que hablan ya de desastre económico. José Luis, dueño de Dress Bori teme cada llamada porque se han cancelado el 70% de los pedidos.

Ante los micrófonos de 'Mediodía COPE' nos ha contado como son esas llamadas: "la novia nos comenta que ha tenido que cancelar la boda, apuntamos la nueva fecha y guardamos su vestido hasta que nos indique". Para poder salir adelante piden a aquellas que puedan que les echen una mano con los costes. Aunque son las menos, también se ha dado el caso de novias que han mantenido la fecha: "o incluso las hay que van a celebrar la boda en dos partes", afirma José Luis.

De cara a 2021 el temor es otro: "nos da miedo que no haya suficiente oferta de restauración, ya se habla de celebrar bodas en jueves e incluso domingos".