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En el PSOE reina el estupor ante la falta de reacción por la ley del 'sí es sí'. Análisis Ricardo Rodríguez

Tiempo de lectura:2Actualizado14:57

La ley del 'solo sí es sí' sigue creando crispación tras las consecuencias que ha tenido su aplicación en los últimos días. Desde la Moncloa se declaran encima de la crisis, pero llaman a la prudencia para rechazar mover ficha en caliente y apelan reiteradamente a la voluntad de proteger aún más a las mujeres. Un jarro de agua fría sobre buena parte del PSOE que reclama una rápida respuesta y alerta a COPE del desgaste para el Gobierno.

Así, endosan a la justicia la tarea para solventar el roto provocado por el proyecto. En el equipo presidencial piensan en los tribunales superiores autonómicos o en la fiscalía para unificar doctrina, según explican a COPE, y no tanto en un pronunciamiento del Supremo. Fernando Grande-Marlaska apostó este jueves por el "endurecimiento" de la vigilancia policial sobre los agresores machistas "persistentes".

Es la salida contemplada para ahorrarse un choque en la coalición. Subrayan el absoluto respeto a los jueces, siendo el atrincheramiento de Irene Montero fuente de hondo malestar interno. Amplios sectores del PSOE contemplan al Gobierno a la defensiva, incluso en riesgo de ser arrollado, y reclaman un rápido carpetazo porque como no se solucione, avisan, va a hipotecar toda la acción del ejecutivo.

Las consecuencias

Fuentes jurídicas han constatado a COPE que ya han salido a la calle cinco presos condenados por delitos sexuales gracias a las rebajas de las condenas por la aplicación de la ley impulsada por la ministra de Igualdad, Irene Montero. Además, otros ocho han visto reducida la pena de sus condenas. Expertos juristas no dudan de que habrá "muchas más" condenas a revisar porque, dicen, así lo fija el Código Penal, que contempla el efecto retroactivo de aquellas "leyes penales que favorezcan al reo".

La ley estableció que todo acto sexual sin consentimiento es una agresión, pero también trajo una reducción en las horquillas de algunas penas en sus tramos mínimos que ha conducido a las defensas de agresores sexuales a solicitar la revisión de sus condenas. Se borró entonces el abuso sexual del Código Penal y cualquier acto sexual sin consentimiento es ya una agresión sexual, con penas de hasta 8 años si hay alguna circunstancia agravante. Si hay penetración, se considera violación, con una pena máxima de 15 años.

La norma introdujo nuevas circunstancias para agravar los castigos -como anular la voluntad de la víctima con fármacos o drogas-, pero también redujo las penas mínimas de algunos delitos: para el reo de violación ahora se contempla una pena mínima de 4 años, frente a los 6 del anterior Código Penal, y en el caso de que la víctima sea menor de 16 años, sería una pena mínima de 6 años frente a los 8 de antes.


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