Mientras el Gobierno sigue preparando los indultos para los separatistas catalanes condenados, tiene sobre la mesa un problema con muchas más aristas. Hoy volvemos a mirar a Marruecos después de la salida de España de Brahim Galli, el líder del frente polisario.

Abandonó el hospital de Logroño, se fue a Pamplona y cogió un avión rumbo a Argelia después de que el juez Pedraz no dictara medidas cautelares por no haber riesgo de fuga. ¿Cómo va a reaccionar Marruecos? Como va a reaccionar sobre todo después de comprobar que a la jugada de España con Galli, dejándole entrar con identidad falsa, respondió con la apertura de fronteras y la entrada masiva de inmigrantes.

La salida del líder del frente polisario de España no rebaja ni mucho menos la tensión con Marruecos. El problema sigue siendo la posición de nuestro Gobierno con el Sáhara. Una de las patas del Ejecutivo, el ala de Podemos, sigue apostando por la autodeterminación para el pueblo saharaui. Y esta postura la conocen bien en el gobierno marroquí. Cierto es que Sánchez ya les ha dicho a sus socios que no echen más leña por lo que pueda ocurrir. Y desde Unidas Podemos están siendo más cautos de lo que acostumbran en este asunto. Hoy la vicepresidenta, Yolanda Díaz, se ha limitado a pedir prudencia. Este cambio es importante porque en plena crisis por la llegada masiva de inmigrantes a Canarias, el entonces vicepresidente, Pablo Iglesias, tensó las relaciones pidiendo el referéndum de autodeterminación para el Sáhara.

Un buen termómetro para pulsar las consecuencias de cualquier movimiento de España y de la respuesta de Marruecos sigue estando en Ceuta.

El gobierno vecino se sigue negando a readmitir a los que llegaron en avalancha a nuestras costas. Aún está pendiente un acuerdo para la vuelta de los 1.200 menores que siguen en la ciudad autónoma y sólo 6, sólo 6 familias marroquíes han pedido el retorno de sus hijos. ¿Esto que implica? Que muchos siguen escondidos para no ser identificados y que intentan colarse a la península a la menor oportunidad. Muchos lo hacen escondidos en barcos o en camiones. Lo ha detallado en ‘Herrera en COPE’ Daniel González que trabaja en una empresa de transportes en el puerto de Ceuta: “El 99% casi de los camiones que vuelven a peninsula van vacíos. Y tienen que pasar obligatoriamente por un control de la Guardia Civil. Es muy fácil que se vea si una persona está dentro porque el camión va vacío. Muchas veces intentan meterse debajo de las plataformas”.

Y este miércoles nos deja dos noticias judiciales que vuelven a señalar al pasado del Partido Popular. La primera tiene a su ex secretaria general. María Dolores de Cospedal tendrá que declarar como investigada, antigua figura de imputada, dentro del caso Kitchen, que investiga una supuesta trama orquestada desde el ministerio del Interior para investigar al extesorero del PP Luis Bárcenas. Y luego es protagonista también Rodrigo Rato. Tendrá que sentarse de nuevo en el banquillo de los acusados. En esta ocasión, será juzgado para aclarar el origen de su patrimonio. Está acusado de delitos fiscales, de blanqueo y de corrupción. Tendrá que hacer frente a estos delitos.