El órdago que ha vuelto a echar a la Justicia el presidente Quim Torra mantiene a esta hora sumidos en la incertidumbre a los vecinos de Lérida. No ha sido capaz de frenar el brote de coronavirus en la comarca del Segriá y ha optado por la medida más drástica: el confinamiento total.

No es una decisión arbitraria. En parte, vuelve a echar un pulso al Estado y también quiere probar por si la situación se complica en otros puntos como Barcelona, donde siguen ampliándose los casos. Lo último es el anuncio de ese decreto ley con el que quiere bordear la decisión judicial y obligar al confinamiento. En 'Herrera en COPE' ha estado José Bellera, que tiene una óptica y también mucho desconcierto. Esta mañana ha abierto su negocio, aunque no entiende nada. “Creo que la Generalitat y las autoridades están tapando sus incompetencias”, expresaba.

Torra es un maestro en utilizar cualquier laguna legal para sacar la patita. Y ahora se escuda que es una cuestión de salud. ¿Cuál es el problema? Que no hay una legislación clara y hasta que algún órgano establezca un criterio único para toda España, se repetirán situaciones como esta. De momento, el Gobierno lo ha dejado todo en manos de las comunidades autónomas y surgen las dudas y los problemas.

Por lo demás, hoy es un día de muchos análisis tras las elecciones autonómicas en el País Vasco y Galicia. Si nos quedamos con el titular, parece que todo sigue igual. Cuarta mayoría absoluta de Feijóo en Galicia y triunfo holgado de Urkullu, que podrá seguir de lehendakari con el casi seguro apoyo del PSE. Eso en un trazo gordo.

Cogiendo el pincel más fino, siempre se trata de trasladar los resultados autonómicos a nivel nacional. Dos claves en este apartado. Uno. Viendo la debacle de Podemos, comprobando que el PSOE no ha sabido rentabilizar el desastre de sus socios, los dos van a seguir amarrados a La Moncloa aunque pierdan los dientes. Esto para los que todavía siguen pensando que la gestión de la pandemia se les va a llevar por delante. Y dos. Los que ven en la victoria de Feijóo un aviso para Casado en el PP. Feijóo va a seguir en Galicia, y si no hay sobresaltos en la legislatura, tres años es mucho tiempo para aventurar si esta vez, sí, Feijóo va a querer venir a Madrid. Sin ser diputado en el Congreso, plantear eso ahora mismo es hablar de política ficción.