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Se cumplen 75 días desde que el Ejército ruso invadiera Ucrania. La ofensiva de Putin continúa en el sureste, donde ahora uno de los objetivos es hacerse con la ciudad de Odesa. Mientras siguen cometiendo barbaridades como el bombardeo de una escuela de Lugansk, que hacía las veces de refugio.

De las 90 personas que se refugiaban allí, han muerto al menos 62, ninguna de ellas pudo salir del sótano del colegio a tiempo.Y de la acería de Azovstal se ha terminado de evacuar ya a los civiles. Ahora el ejército ucraniano en colaboración con Cruz Roja y la ONU, trabajan para sacar a los militares y médicos que siguen dentro, escondidos en un túnel subterráneo.

Pues así ha llegado Rusia al 9 de Mayo, una fecha muy especial para Moscú que cada año conmemora con una gran desfile, y una gran parafernalia, el triunfo ante las tropas nazis durante la segunda guerra mundial. Con el suicidio de Hitler y la rendición del alto mando alemán, ante la entrada soviética en Berlín, terminaba la contienda en Europa. Luego la guerra continuó hasta agosto, pero en el frente del Pacífico con Estados Unidos frente a Japón.

A partir de ahí comenzó el conocido como "Telón de Acero" y la Guerra Fría. La separación, tanto ideológica como física, entre la zona soviética en el Este y los países occidentales. Un telón de acero que caería en 1989 con el Muro de Berlín.Pues esta mañana en la plaza Roja de Moscú ha habido desfile conmemorativo del 77 aniversario de la Victoria sobre la Alemania nazi.

El jefe del ejército y el ministro de Defensa han pasado revista a las tropas, y allí Vladímir Putin, en un discurso breve pero duro, ha repetido el mismo argumento que ha venido defendiendo desde que lanzó la actual ofensiva contra Ucrania. Ha vuelto a hablar del carácter neonazi de las autoridades ucranianas y ha afirmado que esta operación militar era la única forma de que Rusia evitara la agresión contra su territorio. Ha dicho que lo que han hecho es un ataque “preventivo” ante la amenaza de la OTAN y Occidente.

Pues la de hoy es una fecha muy simbólica en la que muchos pensaban que Putin anunciaría también la victoria sobre Ucrania, pero nada más lejos de la realidad. El paseo militar que el presidente ruso esperaba darse cuando inició la guerra el pasado 24 de febrero no ha sido tal, y más allá de la ciudad de Jersón, poco más ha conseguido tomar. Porque enfrente se ha encontrado una férrea resistencia ucraniana con la que, desde luego no contaba.