Al menos 1.500 muertos y cerca de 8000 heridos entre los dos países. Hay miles de desaparecidos, infinididad de edificios derrumbados (al menos 3000) por lo que nadie sabe hasta dónde puede llegar la magnitud de la tragedia.

El terremoto ha tenido lugar entorno a las 4:30 de la madrugada hora local, la gente estaba durmiendo. Y ha sido tal el temblor que de inmediato se han echado a la calle con lo puesto... en pijama... desconcertados...y con mucho miedo porque ha habido, y sigue habiendo, bastantes réplicas.

Ha sido un seísmo fortísimo...de magnitud 7,8 en la escala de Richter...Para que te hagas una idea a partir de 8...ya son considerados devastadores, produciendo la destrucción total en las zonas más cercanas al epicentro.

Pues a 30 kilómetros de la zona cero de este terremoto está Alepo...la ciudad siria destruída por una guerra que dura 12 años...y ahora de nuevo castigada por este seismo.

BAYAT AZRIE, psicólogo en el colegio de los hermanos maristas de Alepo, nos ha contado la desolación que hay ahora mismo en una ciudad, que ahora mismo vive un caos. El colegio en el que trabaja está sirviendo para dar refugio a 300 personas, familias enteras que no saben qué ha sido de sus casas. BAYAT está tratando de calmar a los niños.

Se trata del terremoto de mayor violencia desde el que, en 1999, sacudió la costa del mar de Mármara y Estambul, con un balance de 17.000 muertos. El seísmo de este lunes no es casual, en este punto del planeta chocan dos placas tectónicas, la de ANATOLIA con la ARABIGA, a una profundidad de unos 7 kilómetros. Esto convierte a esta zona en una de los puntos sísmicos más activos del mundo.

Un terremoto tan destructivo puede entrar dentro del guión pero es imposible determinar cuándo puede suceder y qué magnitud puede alcanzar. Sólo se puede prevenir, lo saben bien en Japón, en Méjico o en San Francisco donde cada vez están más preparados. Sin embargo, la naturaleza se ha ido a cebar ahora en esta zona del mundo, con el ejemplo de Alepo, una ciudad ya debastada por la Guerra, donde la prioridad estos años no han sido los terremotos sino levantar cabeza como han podido.