¡Menos mal que estamos de puente! Así con eso del descanso, del turismo y de los aperitivos a muchos se les va a pasar el disgusto. Porque vaya chasco nos hemos llevado en el Mundial, ni “catar” los cuartos de final.

Con esto del fútbol, da igual la competición que sea: el Mundial, la Eurocopa y nos pasa lo mismo con Eurovisión. Arrancamos siempre con muchas expectativas, pero luego viene la decepción porque esa es la palabra.

¡Qué decepción! Fuimos incapaces de meter un gol a una selección, en teoría, inferior como era la de Marruecos. Hay un dato que es demoledor: España dio 1000 pases, tuvo tres tiros a puerta y cero goles. Así es imposible ganar ni a Marruecos, ni a nadie.

Ni siquiera queda el consuelo de que jugamos bien y tuvimos muchas oportunidades, pero no acompañó la suerte. Porque de esos tres tiros a puerta, solo uno estuvo casi a punto de entrar: El palo de Sarabia en el último segundo de partido. Y lo de los penaltis fue casi de llorar porque, es que, no metimos ni uno.

Lo malo es que hubo cero autocrítica

No solo de Luis Enrique, sino también de los jugadores. Lo decía Manolo Lama ayer, cuando vean cómo han jugado y analicen en frío que no han sido capaces ni de ganar a Marruecos ni a Japón, igual aprenden la lección para el futuro.

Pues se nos ha esfumado la ilusión por el Mundial del que se ha despedido la Selección Española. Que, por cierto, poco antes de las cinco llegará al Aeropuerto de Barajas. Allí no les van a esperar con alfombra roja y fanfarrias.

¿Y ahora qué? La Federación deberá decidir quién es el entrenador de la Selección, si sigue Luis Enrique o no. Si es que Luis Enrique quiere, claro, y no dimite antes.

Él ya ha dicho que en los próximos días se reunirá con Rubiales y compañía. Pero, vamos, que su continuidad, o no, y su posible sustituto se deberá conocer pronto. Luis Enrique acaba contrato y en marzo la Selección juega la fase clasificatoria para la Eurocopa 2024 de Alemania.