Lo de Israel e Irán sabemos de donde viene pero no sabemos donde puede acabar. Esta madrugada, sobre la 4 de la mañana, Israel habría lanzado un ataque con drones sobre territorio iraní. Lo digo en condicional porque la información ha salido de medios estadounidenses citando fuentes de la Casa Blanca. Habría sido un operación contenida y acordada con Estados Unidos. Aunque esto es algo que el Secretario de Estado, Anthoy Blinken, no ha querido confirmar hace unos minutos tras la reunión del G-7.

Blinken se limita a decir que Estados Unidos “no ha participado en acciones ofensivas y que están centrados en una desescalada de la tensión”. El ataque Israelí habría sido selectivo sobre objetivos situados en Isfahán, que es una ciudad a unos 400 kilómetros al sur de Teherán.

En ese punto, el régimen iraní tiene plantas de investigación nuclear con reactores chinos, pero según la información de Estados Unidos, los israelíes les habrían anunciado que esas instalaciones no iban a ser atacadas. El objetivo habría sido una de las mayores bases aéreas de Irán, la base de Shakari. Hasta aquí lo que se sabe de la tan temida respuesta israelí al ataque con Drones y misiles del pasado sábado.

¿Qué dice Irán? Pues que aquí no ha pasado nada. Aunque durante la madrugada sus medios hablaban de explosiones, ahora niegan ningún ataque. Como mucho, hablan de pequeños drones, casi a nivel usuario, que han sido inmediatamente derribados. Teherán intenta minimizar la respuesta israelí para mostrarse fuerte. Por su parte Israel puede haber demostrado que es capaz de llevar a cabo ataques en el corazón de Irán y por eso los iraníes se esfuerzan en negarlo.

Ambos países actúan como dos gatos que dan vueltas sobre un mismo eje enseñando los colmillos mirándose fijamente y lanzando zarpazos al aire. Hasta ahora se han contenido, pero el riesgo es que haya un error de cálculo que acabe con un enfrentamiento directo en una escala incontrolable.

Es una dinámica muy peligrosa porque es una zona muy sensible y porque tenemos otro escenario abierto en Ucrania (apoyada por Estados Unidos y Europa) y enfrente a Rusia, aliado de Irán. De hecho los drones suicidas que atacaron Israel hace 6 días son los mismos que está utilizando Rusia sobre ciudades ucranianas.

Un buen termómetro de toda esta situación son las gráficas de la bolsa que plasman minuto a minuto la tensión que se ha vivido. Es curioso comprobar como a las 4 y 37 minutos de la madrugada el petróleo Brent, que cotiza en la bolsa de Londres, se ha disparado un 4%. A esa hora se habría anunciado el ataque israelí por medios de EEUU y el mercado se ha puesto nervioso.

A medida que se ha ido sabiendo que ese ataque habría sido contenido, el precio del petróleo ha comenzado a bajar y ha caído cuando los iraníes han optado por minimizar el asunto.Si lo miras bien, la cotización del Brent esta madrugada es exactamente la gráfica de un susto importante a nivel mundial.

Afortunadamente, en este momento, el Brent cotiza en valores normales. Incluso ahora mismo está más barato que ayer.