El caso tiene varios elementos que seguro que te van a llamar la atención. Paran empezar, una jugosa herencia cercana a los dos millones de euros. Uno de los elementos clave para resolver el caso, el ADN de una servilleta.

El que reclama en este caso es un vecino de Vizcaya. Su supuesto padre, un hombre de Lugo ya fallecido. El caso lo lleva Fernando Osuna, un abogado que con gran experiencia y que ya ha salido vencedor en este tipo de casos que tienen que ver con la filiación.

Aseguran tener varias pruebas que demuestran que demuestran que era su verdadero padre. El ADN de la citada servilleta es importante ya que “tiene que ser un objeto que no tenga valor porque si es un objeto de valor la prueba puede no ser válida”.

Consiguieron esa prueba, que da una coincidencia al 99,9%, y que es perfectamente lícita según explica Fernando Osuna. Por ello, ahora esperan a que el Juzgado de Villalba admita a tramite su petición.

Lo que pedirán ante el juez son muestras a familiares muy cercanos para corroborarlo. Tienen las de ganar, incluso si los familiares se negarán a realizar esas pruebas: “Es muy favorable para mí cliente porque la ley establece que el presunto familiar biológico que no comparezca a esa citación judicial para repetir la prueba de ADN... pues se entiende que está ocultando la verdad, que está tapando y que no quiere dar la cara porque sabe que si va a hacerse la prueba de ADN el resultado va a ser muy favorable para el presunto hijo”, explicaba Osuna.

Esto ocurrió hace años, y por lo tanto esos 2 millones de herencia, como es lógico, ya están repartidos. Pero el escenario ahora es bien distinto con la aparición de este hijo inesperado con el que no se contaba. En caso de probar todos los indicios que manejan Fernando Osuna y su cliente, la ley estaría del lado del presunto hijo, y por lo tanto tendría derecho a esa fortuna.

Conseguir testigos en este casos suele ser complicado al tratarse de relaciones extramatrimoniales. También un juez puede admitir elementos de parecidos entre las personas, pero lo más importante es el ADN porque “la ciencia no admite duda”.