Es un hecho probado: dos precios del litro de gasolina en dos gasolineras distintas y que están muy cerca una de otra. Una tiene el precio de la gasolina a 1,65 céntimos. La otra la tiene a 2 euros...¿bastante diferencia verdad? Bueno, pues la más barata está en España y la otra en Portugal.

Así que con esta diferencia de precios, ya te puedes imaginar lo que está pasando en las zonas fronterizas...las gasolineras españolas se están llenando.

El precio de la gasolina en Portugal ha crecido en el último año 20 veces más que los salarios, que son los más bajos de Europa, igual que las pensiones.

Y así están las fronteras... En Huelva, Galicia, Salamanca, Extremadura o Zamora, los fines de semana, miles de portugueses llegan para cargar los depósitos de sus vehículos y de paso compran comida y bombonas de gas, porque les sale más barato.

Pero, ¿cómo ha llegado Portugal a esta situación? Para empezar, si aquí el IVA es del 21%, en nuestro país vecino es del 23%. Para que te hagas una idea, entre el IVA y otras tasas, cada vez que un portugués echa 50 euros al depósito de su coche, 34 euros son impuestos.

Un 60% de lo que paga un portugués por echar gasolina va para el Estado. En ese porcentaje pagan tasas por emisión de carbono, impuestos a productos petroleros y también pagan por las infraestructuras de las carreteras, a pesar de que gran parte de ellas son de pago.

Y con esta situación, pues surgen las colas en las gasolineras de nuestro país...Es una imagen que ve todos los días Cesáreo Puente. Es vecino de la localidad zamorana de Fermoselle, que hace frontera con Portugal. Ahí tiene un hotel y una fábrica. Y en Mogadouro, Portugal, a 30 kilómetros de su pueblo, tiene una fábrica de embutidos.

“La gente viene hasta de 50 km a España porque le compensa, hacen 100 km por la diferencia de precio que hay, traen garrafas, las llenan y se las llevan a Portugal”, ha contado en Mediodía COPE.