Lo que en principio parecía un descuido de un niño de corta edad se ha convertido en un reto entre jóvenes muy desagradable que supera la denominación de broma y llega a convertirse en un delito que conlleva una condena.

Como dice en Mediodía COPE, el alcalde de la localidad cacereña, Antonio Díaz, a Pilar García Muñiz, "no es una broma porque crea un problema de salud pública para todos los vecinos".

¿Qué es lo que está pasando? La respuesta es muy escatológica. Llevan apareciendo "cacas" en la piscina municipal de este municipio de menos de 10.000 habitantes, situado al sur de la provincia de Cáceres.

Lo que en un principio parecía "un problema que le habría ocurrido a un niño pequeño, que no tendría pañal, al aparecer en perfiles de redes sociales nos dimos cuenta de que era una broma muy pesada", explica el alcalde Antonio Díaz.

Todo parece indicar que alguien, adrede, habría defecado en el vaso de la piscina, después de las primeras investigaciones, cobra más fuerza que los autores de este hecho delictivo, "lo llevan de casa" como ha contado el alcalde de Miajadas en Mediodía COPE. Un hecho que no solo es desagradable y sin gracia sino que, además, puede suponer un problema de salud pública.

No es la primera vez que ocurre algo parecido en el municipio cacereño, "empezó el año pasado pero no apareció nada en redes sociales. Creíamos que fuera un chaval, un niño pequeño, pero cuando ocurrió tres veces ya comenzamos a sospechar. Pero este año, abrimos el 20 de junio y ya ha ocurrido tres episodios de estos", lamenta y denuncia Antonio Díaz.

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Un grave problema de salud pública

"En cuanto aparecen los residuos hay que evacuar la piscina, cerrar el vaso, y se realiza un tratamiento de choque. Ponemos a máximo rendimiento la depuración del agua, con las bombas a máximo rendimiento durante 12-14 horas porque esos restos son muy peligrosos para la salud", advierte el edil miajadeño.

La Policía local y la Guardia Civil ya tiene pistas fehacientes de los responsables de los desagradables acontecimientos que están marcando el verano de los vecinos, "cuando apareció en redes sociales ya comprendimos que era un acto de vandalismo, creemos que lo llevan de casa y los culpables son un grupo de jóvenes en torno a los 16,18 y 20 años" subraya el alcalde que advierte que el delito es grave porque "no es una broma, esto crea un problema de salud pública y se está haciendo se están jugando una multa de entre 3.000 y 60.000 euros", como marca la normativa al respecto de la Junta de Extremadura.

Los vándalos siempre actúan sobre la misma hora, "esto está ocurriendo sobre las cuatro de la tarde", el alcalde pide la colaboración de quien esté en la piscina y vea algo, "se mantendrá el anonimato".

Pese a la gravedad y la necesidad de sanear el agua tras retirar los residuos humanos, los responsables de la piscina municipal son los que de verdad están consiguiendo un verdadero reto al "tener la piscina a punto para las 10 de la mañana del día siguiente para los cursillos de natación".