Cada año, más de 400.000 personas hacen el Camino de Santiago. Da igual tu origen, tu raza, tu religión, los ceros que tengas en tu cuenta corriente... el Camino hace a todos los peregrinos iguales. Esto es lo que más le ha llamado la atención a Pepón de este Camino. Él estos días ha hecho el Camino Inglés desde La Coruña. Ayer, llegó a la Plaza del Obradoiro: "Me puse a llorar".

La vida de Pepón no es nada fácil. Lleva 8 años interno en el Centro Penitenciario Puerto III de Cádiz. Ahora, tan solo le quedan dos meses y medio para cumplir su condena y para quedar en libertad. Nos cuenta que su vida ha sido una historia de superación. Desde que entró en prisión encontró ayuda en la Pastoral Penitenciaria. Todas las semanas, los voluntarios de la Iglesia que se acercaban a su cárcel le daban esperanza y ayuda en todo aquello que necesitaba...

Cuando desde la Pastoral Penitenciaria le propusieron realizar el Camino de Santiago, no se lo pensó. Vio en el camino una perfecta oportunidad para dar las gracias por su proceso de reinserción y para acercarse más a la sociedad. En una de las etapas del Camino, a Pepón le ocurrió una pequeña anécdota que le ha dado mucho que pensar. En una tienda de recuerdos que había muy cerca de Santiago de Compostela... una mujer se dejó su móvil de ultima generación en el mostrador. Pepón llamó a la mujer y se lo devolvió. Un simple gesto que para él está siendo muy significativo...

Estos días... al igual que Pepón... más de 80 internos de prisiones de toda España han hecho el Camino de Santiago. Es una propuesta promovida por el Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal. Cada prisión ha hecho el Camino desde una ruta diferente... y ayer, domingo, todos se reunieron en Santiago de Compostela. A los internos los han acompañado más de 100 funcionarios, capellanes y voluntarios de prisiones.

Otro de estos internos que ha hecho estos días el Camino es Alberto. Tiene 47 años y cumple condena en la prisión de A Lama, en Pontevedra. Lleva allí desde marzo de 2003 y le queda por cumplir un año de condena. Lo que más le ha gustado de la peregrinación ha sido el poder profundizar en la amistad con sus compañeros... Para Alberto, recordar su pasado es muy duro pero él tiene claro que ahora está terminando su camino... el camino de la reinserción.

En medio de todas las dificultades... estos internos encuentran en la Pastoral Penitenciaria un rayo de esperanza. Es lo que nos cuenta Manuel Flores, recluso en la prisión de Jaén. A él le quedan dos años y medio de condena...

El obispo responsable de la Pastoral Penitenciaria en España, monseñor Fernando García Cadiñanos, también ha participado en esta peregrinación a Santiago. Él ha podido compartir el Camino con 9 internos de la cárcel de Teixeiro, en La Coruña. Así cuenta cómo ha vivido la experiencia.

Monseñor García Cadiñanos explica que su grupo, al igual que el de Pepón, ha realizado el Camino Inglés, el que nace en Ferrol -él es obispo de Mondoñedo-Ferrol-, lo que le ha permitido conocer más de cerca esos rincones de su diócesis. Además, al pasar tiempo con los internos y poder charlar distendidamente con ellos, ha podido comprender mejor la realidad que afrontan.

El obispo reconoce que la sociedad tiene muchos prejuicios sobre todo lo relacionado con el mundo penitenciario... y nos pide que miremos a los reclusos como personas que merecen una segunda oportunidad.

En definitiva, una iniciativa, ésta del Camino de Santiago, que ha servido para que estos reclusos puedan saborear un poco de la libertad que esperan una vez cumplan su condena.