A casi una semana de la celebración de Nochebuena y Navidad con el nacimiento del niño Dios, en todas las ciudades y casas se respira ya un especial ambiente navideño desde hace unos días.

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Como bien manda la tradición, aunque nada hay escrito, es en el puente de la Constitución y de la Inmaculada cuando las familias españolas aprovechan esos días festivos para adornar la casa con los más pequeños y así montar con ellos el belén y el árbol de Navidad, además de preparar otros adornos que se reparten por cualquier rincón de la casa para celebrar uno de los días más emocionante y significativo de nuestra vida.

Esto es así cuando la mayoría de las ciudades han encendido sus luces de Navidad e inundado sus calles con el mayor y mejor espíritu navideño para disfrute de sus vecinos y turistas.

En los últimos años parece ser que se lleva a cabo una batalla en la que vecinos y ciudades luchan por ser ganadores de tener el árbol más grande; tener la mayor o mejor iluminación de toda España o el belén más bonito… olvidando, en ocasiones, el verdadero sentido de la Navidad.

Por eso, sorprende lo que sucede en un pueblo al sur de España, una localidad de 87 habitantes que ha sido invadida por algo más de 300 seres fantásticos convirtiéndolo en la 'aldea de los gnomos’.

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Morente: la aldea de los 300 gnomos y 87 habitantes

Para conocer esta aldea hay que viajar a Andalucía, a unos 30 kilómetros (aproximadamente) de Córdoba y llegar a Morente. Un pueblo que vive su particular cuento de Navidad, que poco tiene que ver con el clásico de Charles Dickens, aunque sí tiene mensaje para la sociedad.

Allí viven 87 habitantes y cada Navidad este pueblo triplica su población con la llegada de unos seres fantásticos de todos los tamaños que llevan gorros de colores, azul o rojo, con barbas los hombres y trenzas las mujeres.

Son los gnomos que los vecinos de Morente empezaron a hacer hace dos años como decoración de Navidad, que a día de hoy siguen con la tradición convirtiéndose en un gran reclamo turístico para la ya conocida ‘aldea de los gnomos’.

En ‘Mediodía COPE’, Emma Reyes, una de las vecinas muestra su sorpresa “porque no teníamos ni idea de la repercusión que iba a tener” algo que empezamos a hacer “después del confinamiento” tras el que habíamos vivido una época mala y convulsa y los mayores estaban asustados.

Y es así como empezaron a llegar los gnomos a Morente, con la idea de que “los mayores salieran a la calle" para "reunirnos con ellos en la plaza y decorar todo el pueblo con lazos y hacer nuestros primeros gnomos”, explica Reyes en el siguiente audio:

“Cada gnomo”, asegura esta vecina “es diferente al otro” porque están hechos por diferentes personas. Y la manera en que empezaron a hacerlos fue reciclando, “reciclamos botellas de lejía, los botes de cloro de las piscinas, ropa de tirar, almohadas… todo lo que teníamos”.

Dos años después, por las calles y casas de Morente hay 300 gnomos.Y para sorpresa de muchos los hay desde los 30 centimetros hasta los 3 metros de altura; sí, como lo estás leyendo y confirma Emma de los que "hay hasta 10".