En el año 2000 la población migrante en nuestro país ascendía a los 1,6 millones de personas. Diez años después, en el 2010, ya casi estaba en los 6 millones. Los últimos datos oficiales nos confirmaban que, al final de 2023, la población ascendía a 7 millones y medio de personas.

Lejos de ser esto un problema, también con los datos en la mano, nos damos cuenta que la migración no está siendo algo circunstancial. Se está convirtiendo en un rasgo característico de nuestra sociedad. La gran mayoría de todas esas personas llevan más de 10 años en nuestro país y con una media de edad 10 años menor que la nacional.

¿Qué extraemos de estos datos? Pues que la gran mayoría de las personas han venido para quedarse. Han venido a España para formar una familia, para desarrollar su carrera profesional con un trabajo digno o para participar en la vida pública.

Y esta nueva realidad social nos obliga a cambiar la manera de afrontar la realidad de la migración. Es decir, hay que “dejar de hacer frente a la inmigración”, para pasar a “atender a las personas migrantes”.Y, claro, la gran pregunta ahora es: ¿cómo?. Pues con 4 verbos que el Papa Francisco no ha parado de pronunciar desde hace varios años: “Acoger, proteger, promover e integrar”.

Y con esa misión nace la última Exhortación Pastoral de la Conferencia Episcopal Española, que lleva por título 'Comunidades acogedoras y misioneras' y que, según el director del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal, Xabier Gómez, tiene como principal objetivo “procurar construir sociedades donde los que lleguen se sientan como en casa. Este es el gran desafío porque son personas que revitalizan la vida de la Iglesia”.

El texto establece unas directrices claras, dirigidas a toda la Iglesia en España (diócesis, religiosos, laicos, etc.) para mejorar la labor pastoral de la Iglesia en torno a esta realidad, porque la clave esta en “promover una mirada transversal y global”. Y para ello, es clave cambiar también la manera en la que tratamos y regulamos los flujos migratorios. Por eso, en esta exhortación pastoral se propone creación de una autoridad mundial para que “al igual que con otras materias, los estados entiendan que este es un asunto que nos afecta a todos y que solo se puede atender si trabajamos todos juntos”.

Además, Xabier Gómez recalca que “la Iglesia en España siempre se ha pronunciado en contra del sufrimiento añadido a los migrantes”, en relación a la cuestión del cierre de los Centro de Internamiento de Extranjeros que propone esta exhortación pastoral. “No es algo nuevo, al igual que nuestras críticas a las dificultades que tienen las personas migradas para pedir citas, apuntarse en el padrón, acceder a un alquiler o al mercado labora”, ha finalizado el director del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal.