Christian Epitié tiene 21 años. Nació en Móstoles, pero su madre es de origen guineano. Su pasión es el atletismo. Ganaba todas las carreras escolares. Reside en la localidad toledana de Chozas de Canales desde hace 12 años. Hace 4, su vida cambió, cuando recibió la llamada de APANAS, que es la Asociación toledana de Familias de Personas con Discapacidad Intelectual). Y es que Christian tiene una discapacidad intelectual, fruto de un parto complicado que duró 8 meses.

Tras aquella llamada, Christian comenzó a entrenar en la pista de atletismo de la Escuela de Gimnasia de Toledo. Su entrenador en los inicios quedó con la boca abierta: no es que Christian corriera mucho, es que nunca en su vida había visto a un discapacitado intelectual correr tanto. Con los años, se ha convertido en el mejor atleta discapacitado intelectual de Castilla-La Mancha y uno de los mejores de España.

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Eso sí, el camino está siendo durísimo. La rutina diaria de Christian hasta Toledo es una odisea. Por la mañana coge el autobús a las nueve para estudiar en el colegio de Educación Especial, donde tiene clase de diez a tres de la tarde. Tras comer allí y tener unas horas libres, entrena en la Escuela de Gimnasia.

Luego regresa en el autobús que va hasta Madrid. Una vez en Plaza Elíptica, toma un tren que le deja en la estación de Méndez Álvaro y hace transbordo para coger otro autobús con el que vuelve a Chozas. Cuando completa la ruta son las once y media de la noche. Y al día siguiente otra vez.