Hoy vamos a hacer una receta para los más pequeños con la intención de empezar a educar su paladar en nuevos sabores y de aportar elementos más saludables y nutritivos en sus dietas.

Para ello utilizaremos dos elementos a los que un niño (y muchos mayores) no se acercaría ni en sus peores pesadillas: el calabacín y el brocolí. Estas dos verduras tienen un sinfín de propiedades beneficiosas para el organismo. Son ricas en fibra y en vitamina C y en ellas abundan minerales y oligoelementos como el fósforo, el potasio, el magnesio y el calcio.

La idea va a ser realizar un pesto como el tradicional pero sustituyendo la albahaca por calabacín y brócoli. Esta salsa va a ser un acompañamiento perfecto para pastas, arroces, carnes blancas, incluso ensaladas o bocadillos.

RECETA

Calabacín (1 ud)

Brócolí (1 ud)

Piñones (10 g)

Queso Parmesano (100 g)

Aceite Oliva Virgen Extra (100 g)

Ralladura Limón (opcional)

Para llevar a cabo nuestra receta necesitaremos la ayuda de una picadora o robot de cocina que nos facilitara la tarea.

En ella y en primer lugar, trituraremos el queso parmesano (o cualquier queso con cierta maduración) junto con los piñones que previamente habremos tostado al horno (170ºC, 6 mts.). Incorporamos el aceite de oliva y reservamos.

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Por otro lado cortaremos el calabacín en cuadraditos y los ramilletes del brócoli. En una olla cocemos brevemente las verduras y una vez cocidas las retiramos a un recipiente con agua y hielo. De este modo mantendrán un color bonito y vivo.

Por último juntamos las verduras bien escurridas con el queso, los piñones y el aceite y volvemos a triturar.