Pues miren ustedes , si yo fuera Sánchez y creyera al director del CIS, no lo dudaría. Entre quedarme con 123 diputados, que son los que tiene el PSOE tras los comicios del 28 de abril, seguir mareando la perdiz para convencer a Pablo Iglesias de que apoye mi investidura sin darle entrada en el gobierno y convocar elecciones de nuevo, elijo repetir las elecciones.

El barómetro que el chef Tezanos nos ha servido hoy correspondiente a junio coloca al PSOE en órbita y en una imparable subida. Casi 40 % de votos, tres puntos mas que en mayo y 11 más de los que realmente obtuvo en las elecciones de abril. Si sigue la proyección del PSOE al alza y con Tezanos nada es imposible, en octubre estará ya en mayoría absoluta y Sánchez podrá ser investido y formar gobierno en solitario sin depender de nadie. El problema es que las encuestas raw, en crudo, sin cocina, de Tezanos tienen menos valor que un billete del Monopoly y Sánchez lo sabe y como desde Podemos le han recordado, cuidadín con fiarse del CIS y repetir las elecciones porque puede llevarse una buena sorpresa.

Y el caso es que, aunque el PSOE utiliza el barómetro de Tezanos para presionar a Podemos y señalarle que los españoles quieren un gobierno socialista y no de coalición como el que reclama Iglesias para apoyar la investidura, ningún partido se cree una encuesta que otorga a los socialistas casi el 40% de los votos, un 11 por ciento mas de los que obtuvo en abril; que sitúa a Ciudadanos como segunda fuerza política con el mismo porcentaje que sumo en las generales; que relega al PP al tercer puesto con tres puntos por debajo de sus resultados reales en abril que fue el segundo partido más votado; que coloca a Podemos como cuarta fuerza cayendo mes tras mes desde las generales y que sitúa a Vox con la mitad de los votos cosechados el 28 de abril.

En fin, si nadie concede crédito alguno a los barómetros en crudo, sin cocina analítica y correctora de por medio, del chef Tezanos es porque, como denuncian populares y Ciudadanos, el Gobierno consiente que el CIS siga despilfarrando dinero público en encuestas prescindibles y con escaso valor demoscópico por que se hacen para ser utilizadas y beneficiar al PSOE y a Sánchez.