Un mercadillo de Navidad con productos elaborados por monjes y monjas

La capital de España acoge un mercadillo 'religioso' con productos elaborados por monjes y monjas

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

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Madrid acoge hasta el martes 17 un mercadillo con productos elaborados por monjes y monjas de vida contemplativa, «el pulmón de la Iglesia que tenemos que cuidar para que sea sostenible»

«Las monjas y los monjes contemplativos son el corazón y el motor de la Iglesia, y desde allí dan vida a todo lo demás», afirma Alejandra Salinas, una de las responsables de la asociación Contemplare, que del 5 al 17 de diciembre, en horario de 10:00 a 21:00 horas, organiza en el centro comercial ABC Serrano (Serrano 61) un mercadillo de dulces artesanales elaborados en conventos de clausura de todo el país.

Entre los tipos de dulces que se venden en el mercadillo hay turrón, polvorón, mazapán, chocolate, mermeladas, pastas, bizcochos, hojaldres y pastas: en total 140 productos procedentes de una treintena de conventos de toda España.

«La Navidad es la época del año en la que los monasterios reciben más ingresos por sus productos, y con ello tienen que hacer frente a los gastos enormes que tienen durante todo el año», afirma Salinas, «por eso necesitan nuestra ayuda para ser sostenibles, ya que no reciben ayudas institucionales y precisan de nosotros para que puedan vivir de su carisma y encarnar el Ora et labora no solo en Navidad, sino durante todo el año».

Desde Contemplare, también se realizan cestas de Navidad para empresas y ya son varias grandes corporaciones, como Inditex, las que incluyen sus productos en sus regalos a los empleados. Y además del área de alimentación, dan salida a otros trabajos de monjes y monjas como figuras religiosas, iconos, belenes o ropa de bebé. «Tratamos de buscar los canales de venta más adecuados para ellos», dice Alejandra, que cuenta que su asociación surgió «de la gran fascinación por esta vocación que experimentamos un grupo de amigos, que decidimos poner toda nuestra experiencia profesional en diversos campos a su servicio, porque consideramos que la vida contemplativa es un tesoro que no se puede perder. Queremos ser un puente entre los conventos y el mundo».

Solo en España viven 9.000 monjes y mojas de clausura, un tercio de los contemplativos de toda la Iglesia, «pero los monasterios deben afrontar gastos fijos elevados como el pago de seguridad social y los suministros, y otros gastos extraordinarios relacionados con la antigüedad de los conventos y monasterios», señala Alejandra Salinas, para quien los contemplativos «son un pulmón espiritual que nos hace bien a todos. Es una vocación desconocida para muchos pero es un auténtico tesoro. Tenemos que acercarnos a ellos y descubrirlos. Son un patrimonio muy nuestro que tenemos que cuidar».

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