José Luis Restán en el Congreso de Laicos: "Sin el pueblo de Dios, no se puede entender a Jesús”

El Director Editorial de la Cadena COPE ha dado la primera ponencia del Conreso de Laicos 2020

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El ambiente es festivo y alegre. Una gran familia -la familia de la Iglesia española-, congregados y unidos en Madrid. Una familia unida, y que quiere 'salir' al encuentro de los demás siguiendo las palabras del Papa Francisco. Mujeres, hombres, abuelos, niños, religiosos, sacerdotes, obispos... todos juntos en este 'Congreso de Laicos 2020: Pueblo de Dios en Salida'. El periodista y Director Editorial de la Cadena COPE, José Luis Restán, ha sido el protagonista de la ponencia inicial.

El director del programa 'El Espejo' ha comenzado su discurso subrayando dos palabras clave y a tener en cuenta durante el proceso que se inicia este fin de semana: sinodalidad y discernimiento. 

"No se trata de aplicar recetas", asegura José Luis Restán, sino que "se trata de un ejercicio de discernimiento que nos propone el Papa: reconocer, interpretar y elegir". Y una cosa tenemos que tener clara a la hora de trabajar en nuestra vocación laical en el mundo: "Los laicos somos protagonistas de la misión salvífica de la Iglesia".

Eso sí, "las respuestas exigen una larga fermentación y la colaboración de todo un pueblo a veces durante años... más que buscar resultados inmediatos". Ha querido resaltar la multitud de realidades eclesiales que existen en España y que suponen una gran "riqueza", ya que ponen sus dones al servicio de la misión de la Iglesia.

Las luces de este momento

El periodista ha querido enumerar las características positivas que nos rodean, a la hora de 'salir' a los demás y evangelizar el mundo: "Ha crecido la conciencia de nuestra identidad eclesial y de la vocación y misión a la que estamos llamados los fieles laicos. A eso está contribuyendo la llamada del Papa Francisco para que seamos auténtica Iglesia en salida".

"Se valora muy positivamente que reconozcamos los pecados de algunos de sus miembros en lugar de ocultarlos y nos comprometamos a sanar las heridas por ellos provocadas. También se indica como fenómeno muy positivo la mayor corresponsabilidad entre sacerdotes y laicos. Esto se relaciona también con un estilo más sinodal que va creciendo".

Otro punto a favor es que "aumenta la conciencia de que el servicio a los más pobres y vulnerables es una dimensión esencial de la misión y de que nuestras comunidades deben salir al encuentro y acoger a las personas migrantes, personas separadas y divorciadas, personas que sienten atracción por el mismo sexo, enfermos, personas que viven en soledad". 

El contexto cultural muy plural y las nuevas "prioridades como Iglesia algunos de los grandes retos sociales del momento: entre ellos se citan la necesidad de cuidar nuestro Planeta como casa común y obra de Dios y el lugar de la mujer en la Iglesia. En relación con esta cuestión, aunque se piensa que falta mucho camino por recorrer, se considera muy positivo el mayor protagonismo que están adquiriendo las mujeres en coherencia con su dignidad de bautizadas. Finalmente, se valora la presencia activa de los jóvenes en la Iglesia como un motivo de alegría y de esperanza".

Dificultades y límites

No todo podían ser buenas noticias, así que José Luis Restán también ha querido apuntar algunos problemas que surgen en el "laicado en salida". En primer lugar ha resaltado el "peso relevante del “clericalismo”

La secularización y del relativismo, "que también provocan confusión en relación con las verdades de nuestra fe", "preocupa la pérdida de la centralidad de la Eucaristía", el cerrazón que se produce en ocasiones en nuestras comunidades, el problema de que "las familias cristianas viven con frecuencia solas y eso se refleja en su dificultad para ejercer su misión esencial de transmitir la fe".

También ha mencionado que "hay una resistencia al cambio derivada de nuestra instalación en viejos esquemas, y por otra parte existe miedo a los nuevos retos. Se detecta falta de oración y de discernimiento acerca de lo que Dios nos pide a cada uno de nosotros y a nuestras comunidades en este momento de la Historia".

La misión de los laicos

José Luis Restán ha recalcado esa frase que tantas veces repite el papa Francisco recordando las palabras de Benedicto XVI: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”.

Esta vocación de la que hablamos implica intrínsecamente una pertenencia: “Sin el pueblo de Dios, no se puede entender a Jesús”. No se entendería de otra manera esta misión a la que estamos llamados. ¿Y cuál es la clave para llevarla a cabo?

"La comunión es el pilar que sustenta el sujeto de la evangelización, ya que es la Iglesia entera quien es enviada por el Señor", afirma Restán.  "La 'comunión de los santos' es, en definitiva, expresada y alimentada en la Eucaristía, sacramento de la unidad".

"Un aspecto de este reto es superar la enfermedad eclesial del clericalismo. Sigue extendida la falsa idea de que los laicos son cristianos de segunda, confundiendo la promoción del laicado con su implicación en tareas intraeclesiales y de organización de la pastoral. Esta tendencia puede empañar algunas reivindicaciones, en sí mismas legítimas, de mayor integración en la pastoral ordinaria y hace muy difícil la conjunción armónica de todos los esfuerzos".

"La vocación laical no es verdaderamente conocida por una buena parte de los fieles. Esto denota una deficiente formación y un desconocimiento, en especial, de las implicaciones sociales, culturales y políticas de la fe", ha querido apuntar el periodista de la Cadena COPE.

"En este Congreso queremos también acoger el sueño que ha expresado tantas veces Francisco de 'una opción misionera capaz de transformarlo todo, de modo que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda la estructura eclesial se conviertan en el cauce adecuado para la evangelización del mundo actual'”.  

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