Argüello pide "ahorrar en lo superfluo para atender a quienes más lo necesitan" tras la crisis del coronavirus

El Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, Don Luis Argüello, ha vuelto a instar a la clase política a abandonar el enfrentamiento para favorecer el bien común

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El Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, Don Luis Argüello, asegura que la crisis económica y social que deja el impacto de la pandemia del COVID-19 podría hacer que se mermen los recursos de la Iglesia, aunque ha apelado a la entrega de las personas, el trabajo ofrecido gratuitamente o el deseo de compartir los bienes económicos como esperanza.

Durante la presentación de la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia Católica en España correspondiente al año 2018, el portavoz de la CEE ha remarcado que se ha tratado de profundizar e intensificar precisamente en el sostenimiento de la vida de la Iglesia: “Poner en marcha diversos cauces de manera virtual o insistir en el uso del portal 'Dono a mi Iglesia'.Esta semana los ecónomos de toda España hemos tenido encuentros virtuales para pensar en estas situaciones de futuro”.

[CONSULTA AL COMPLETO LA MEMORIA ANUAL DE LA IGLESIA]

Don Luis Argüello se ha mostrado esperanzado por que la corresponsabilidad de todos nos lleve a poner el acento en los esencial, en “hacer ahorro en lo superfluo para atender a quienes más lo necesitan y mantener la vida básica de la Iglesia, que es de donde surge la actividad que comentamos esta mañana”. La crisis generada por el COVID-19 pasa también por la unidad de la clase política, aunque estos días ese acuerdo parece estar más lejos que nunca. Un hecho que ha criticado el portavoz de la CEE: “Una de las misiones centrales de la Iglesia un Ministerio de Reconciliación y de Comunión, una presencia de la Iglesia para construir amistad civil tan imprescindible para vivir nuestra convivencia ciudadana como cuestión prepolítica. Nos preocupa esta tensión tan grande que se está viviendo en el Congreso de los Diputados y, desde ahí, al igual que ha hecho el Rey o la propia Iglesia estas semanas, que el discurso formal que se realiza de salir juntos y colaborar unos con otros, hacer un llamamiento para suscitar la esperanza de un trabajo en común”.

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Un llamamiento al bien común que, tal y como precisa el también obispo auxiliar de Valladolid, no implica anular la crítica o la confrontación de ideas: “Es poner el acento en el bien común y la dignidad de las personas. La realidad supone dar un grito pidiendo a nuestros responsables públicos el acento en cultivar el bien común y la escucha de los que unos y otros puedan proponer, dejando a un lado las descalificaciones personales”.

Sobre la aprobación del Ingreso Mínimo Vital por parte del Gobierno de España, Don Luis Argüello considera que es importante ayudar a quienes más lo necesitan, pese a que recuerda que esas necesidades ya se hacían sentir en muchas familias antes de la pandemia.

El portavoz del organismo episcopal ha añadido que también se podría desarrollar lo que el Papa San Juan Pablo II llamó en su momento “Salario familiar”, que prioriza el trabajo sobre la renta que permitiría realizar otro tipo de actividades tan valiosas pese a no ser remuneradas, como el cuidado de los mayores o el cuidado de los hijos: “Ahora las familias tienen dificultades de atender a mayores, conciliar los trabajos y la propia vida familiar, por lo que sería importante incluir este salario aunque siempre que se posibilite una economía que haga factible el trabo de las personas, porque es la manera de promocionarnos y desarrollar nuestras cualidades”.

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