La Diócesis de Albacete compra cinco respiradores para el Hospital General Universitario

La Diócesis ofreció la Casa de Ejercicio Espirituales además con 40 habitaciones con baño que ya ha sido entregada a las autoridades

Redacción Religión

Tiempo de lectura: 2’

La Diócesis de Albacete quiere poner su granito de arena con la compra de cinco respiradores invasivos para el Hospital General Universitario de Albacete. Dos de estos respiradores desde el Obispado y otros tres desde las parroquias. 

“Aquí, la situación causada por el COVID-19 es alarmante, según reconocen los propios sanitarios, con un impacto muy fuerte, tanto por el número de fallecidos como por el del personal contagiado, lo que está haciendo que los profesionales tengan que doblar turnos e incluso trabajar voluntariamente fuera ya de su horario”, explica Julián Ros, vicario general la diócesis castellano manchega. Ante este preocupante panorama, desde el Obispado se pusieron en contacto con la responsable de compras del centro sanitario para ver en qué podían ser útiles y, sin dudarlo ni un instante, les dijeron lo que necesitan imperiosamente: respiradores.

“La urgencia son los respiradores”, añade Ros. Cuentan con 17 para toda la región, lo que ha creado una situación también de intranquilidad pues los 150 que había pedido la Consejería de Sanidad no han llegado, al parecer por problemas burocráticos. “Nosotros ya hemos pagado y reservado nuestros cuatro respiradores, que estarán a disposición del hospital, como muy tarde, el 20 de abril, según nos han asegurado desde la empresa navarra que los importa”, apunta el vicario general. 

ctv-pqi-diocesis-albacete

Esta ayuda se une a la de Cáritas que está haciendo una gran labor con las familias más desfavorecidas y con la labor de los sacerdotes que están acompañando en todo momento a personas solas y en duelo por la pérdida de sus seres queridos.

En un momento en que, a causa del triaje, hay personas que por su delicada situación no podrán acceder a material médico tan vital y escaso, Julián Ros espera que estos cuatro respiradores “sirvan para salvar al menos cuatro vidas y les eviten a los médicos cuatro decisiones moralmente tremendas. Por eso, todo lo que podamos hacer es poco”. Pero es que también habían hecho ya algo más: al día siguiente de decretarse el estado de alarma, la Diócesis ofreció la Casa de Ejercicio Espirituales. Con 40 habitaciones con baño, han entregado ya sus llaves a las autoridades y hoy sirve de almacén para material sanitario, dada su cercanía con el Hospital Perpetuo Socorro.

Religión