La parroquia de Santa Anna de Barcelona se llena de batas blancas

La parroquia de Santa Anna en Barcelona se convierte en un hospital para las personas que viven en la calle

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Una marea de batas blancas ha inundado la parroquia de Santa Anna de Barcelona. Durante tres días se convertirá en un pequeño 'hospital de calle' para atender a las personas sin hogar que viven a la intemperie en la capital catalana.

Personal sanitario del Hospital Sagrat Cor se han desplazado a esta iglesia, refugio habitual de muchas personas sin recursos, para montar un improvisado ambulatorio. Durante estos días se atenderá a personas sin hogar que buscan ayuda, acompañamiento y amistad en este "hospital de campaña" impulsado por los sacerdotes Peio Sánchez y Xavier Morlans y la monja teresiana Viqui Molins.

El decorado del claustro de esta parroquia ha cambiado de color y todo es blanco. Batas blancas, mesas blancas, cortinas blancas, papeles blancos. Un hospital entero montado entre los muros y la piedra del claustro de esta iglesia, cuyos orígenes se remontan al siglo XII.

Médicos al servicio de los que más lo necesitan

El piso superior del claustro, que conjuga románico y gótico, acogen hasta mañana los servicios de podología -el más solicitado-, medicina interna, dermatología, psicología y psiquiatría, urología, oftalmología y odontología.

Hongos, uñas larga y mal cortadas, heridas infectadas, muchos resfriados y faringitis son las afecciones que más padecen las personas que pernoctan en la calle, cuentan los médicos.

Yassim, un joven marroquí sin hogar, espera con una sonrisa nerviosa a que le atiendan el odontólogo y la enfermera, ocupados preparando el instrumental. "Observa -le dice el odontólogo Carles Abella a su enfermera-, se ven las raíces del diente, que está roto. Se tiene que sacar".

El especialista constata que la dentadura de Yassim está muy dañada, con dientes rotos arriba y abajo, pero en las instalaciones de un hospital improvisado, el odontólogo no puede anestesiar del todo. Por eso, empieza a extraer con delicadeza y destreza, trozo a trozo, el diente que a Yassim le duele más.

Al otro lado de una cortina blanca, la dermátologa Montserrat Pérez atiende las heridas infectadas de las piernas de otro paciente: "Esto de aquí es una pústula", instruye a las estudiantes de Medicina de la Universidad de Barcelona (UB) en prácticas, Irene y María, que se han apuntado como voluntarias para ayudar.

"Lo que más me ha sorprendido en la hora y media que llevamos de consulta son las numerosas heridas causadas por navajas, cuchillos y cristales rotos, que, con la poca o nula higiene, es inevitable que se infecten", señala a Efe la dermatóloga.

Una iglesia convertida en hospital

Viqui Molins, monja teresiana e impulsora del proyecto de "hospital de campaña" de la parroquia de Santa Anna, destaca a Efe que la poca preocupación de estas personas por su propia salud se debe a que "están tan acostumbrados a sufrir que no le dan más importancia".

Se calcula que son 1.200 personas las que cada día duermen en las calles de Barcelona. Molins destaca un aumento alarmante de las personas que no tienen hogar: cada vez hay más jóvenes, procedentes sobre todo de Marruecos y Argelia, muchos extutelados que viven en las calles.

"En la primera edición del 'hospital de calle' que hicimos en febrero, el perfil de los pacientes que atendimos eran hombres de entre 40 y 50 años, pero ahora hay muchos jóvenes marroquíes", corrobora la responsable de atención al paciente del Hospital Sagrat Cor y coordinadora del 'hospital de calle', Marta Morales.

Los ginecólogos también atenderán mañana en la parroquia a las mujeres sin recursos que quieran visitarse y comprobar, por ejemplo, que no tienen enfermedades de transmisión sexual, según Morales.

La parroquia, pese a ser hoy un consultorio médico, sigue con su labor y esta mañana ya ha dado desayunos y comidas y dará cenas a personas sin hogar, además de cobijo, acompañamiento, ánimos y la misa diaria.

El rector de la parroquia, Peio Sánchez, recuerda que cuando el miércoles se desmonte el consultorio, un médico seguirá viniendo a la iglesia una vez a la semana para atender a los 'sin techo'.

El "hospital de campaña" de Santa Anna se creó a raíz de la propuesta del Papa Francisco de convertir las parroquias céntricas de grandes ciudades -donde se concentran turistas y personas sin hogar- en un lugar de "curación del cuerpo y el alma", recuerda Molins, que se confiesa admiradora del pontífice.

Ya hay "hospitales de campaña" en parroquias de Madrid, que fue la primera, en Bogotá, París, San Francisco, Buenos Aires, y en ciudades de Brasil y México, según Sánchez y Molins.

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