Sacerdotes en Pola de Siero reparten comida a las personas sin hogar

Más de doscientas familias de catequesis están también involucradas en este gran momento de solidaridad

Redacción Religión

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La vida en las parroquias continúa, de la misma manera que continúa la vida de confinamiento en tantos hogares, procurando llevar a cabo las tareas habituales del trabajo en la distancia, con las limitaciones y peculiaridades que supone no poder salir de casa, o hacerlo sólo para situaciones de necesidad.

En este sentido, el párroco de San Pedro de Pola de Siero, Juan Hevia, junto con Sergio Santa, Vicario Parroquial, han decidido apostar por el WhatsApp para mantener activos los grupos de colaboradores de la parroquia. «Por ejemplo, tenemos unas doscientas familias de catequesis», explica Juan Hevia, y «con los catequistas, intentamos estar en contacto con todos, preguntarles cómo están, cómo lo viven los críos, y es curioso porque muchos padres afirman que los niños lo llevan mejor que ellos». «Puede ser una oportunidad especial para jugar y convivir –afirma–. Algo que hasta ahora no se podía hacer de manera habitual».

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El Ayuntamiento facilita la comida que los sacerdotes reparten

Pero entre las tareas especiales que llevan a cabo los sacerdotes de la parroquia de Pola de Siero, hay una nueva, la de repartir comida entre las personas sin hogar en la zona. «Las instituciones intentaron trasladarlos a albergues, pero ellos no quieren, por lo que procuramos llevarles nosotros alimentos», explica Juan Hevia. «Algunos viven en los bajos de un edificio, y otros, a veces en un parque o donde pueden –dice el párroco–, más o menos sabemos dónde están, de forma habitual, y así podemos localizarlos. Además, la policía les dijo que no se movieran de los sitios donde suelen estar, así que les encontramos siempre». Aunque al principio fueron ellos los que les preparaban el sustento, estos últimos días ha sido el Ayuntamiento es quien facilita la comida que reparten.

Respecto a las familias que son acompañadas por Cáritas parroquial en Pola de Siero, los responsables se dedicaron a repartir vales para comprar en los supermercados no sólo para el mes de marzo, sino también abril y mayo, para cubrir todo este tiempo de confinamiento y que no fuera necesario que acudieran a buscar más ayuda. Un «desembolso importante», reconoce Juan Hevia, más de «tres mil euros de inversión» con el que no se contaba y que tendrá que ser recuperado bastante más adelante porque por el momento no se están pudiendo llevar a cabo las colectas, al estar la parroquia cerrada. «Habrá que ver cómo se reinventa uno después, sobre todo, con lo que va a venir», afirma.

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