El profesor que desmonta el argumentario de Isabel Celáa y de Unidas Podemos contra la asignatura de Religión

La ministra de Educación, Isabel Celáa anunció que en la nueva ley de Educación la asignatura de Religión no contaría para la nota media

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La reforma de la ley educativa, la octava en lo que llevamos de Democracia, ha echado a andar. El Consejo de Ministros dio luz verde al texto que comenzará su trámite para ser debatida y, previsiblemente, aprobada en el Congreso de los Diputados. De esta manera se pondrá fin a la LOMCE, aprobada durante el Gobierno de Mariano Rajoy.

Un documento que genera un rechazo de buena parte de la comunidad educativa, al atacar a la Escuela Concertada y tratar de cercar la asignatura de Religión. Sobre esta última cuestión, la Ministra de Educación e impulsora de la reforma, Isabel Celáa, precisó que se queda sin alternativa. Pierde peso. De hecho, la ministra ha aclarado que no contará para la nota media, como sí hacía la LOMCE. La materia seguirá siendo de oferta obligatoria para los centros, pero optativa para los alumnos.

También se elimina la asignatura alternativa a la Religión, bajo el argumento de que "la elección de unos (estudiar Religión) no puede ser la obligación de otros (tener que estudiar una asignatura más)", según explica Celaá. Lo que no se ha aclarado es cómo se articulará esta cuestión. De esta manera, el Ejecutivo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, tratará de menguar el peso de esta asignatura en los centros educativos.

Y es que no son pocos los dirigentes que han tratado de criminalizar la asignatura de Religión y tacharla como el gran problema del modelo educativo en España.

"Eliminar la Religión es un planteamiento erróneo"

Unos puntos que, a juicio de un profesor de Religión ya jubilado Manuel López (su nombre no es real, pero afirma no querer ofrecer su nombre veradero), constituye un verdadero error: “Minusvalorar esta asignatura es un planteamiento erróneo que se hace desde la ideología. Y las escuelas no deben depender de la ideología, ni de izquierdas ni de derechas”.

No son pocos los grupos políticos ubicados a la izquierda del espectro político que, a juzgar por sus argumentos, afirman que la Religión ha de ser una materia que se reciba de manera voluntaria, cuando la libertad de elección está vigente en nuestro país desde la década de los setenta, una vez que la Constitución establecía que España era un país aconfesional: “Ahora algunos buscan fórmulas para huir del Estado aconfesional para que sea laico. A día de hoy somos un país aconfesional. Yo recuerdo que, aún en el Franquismo, tuve un alumno cuyo padre era pastor protestante, y no quería que su hijo recibiera clases de Religión. Conseguimos que quedara exento. Luego, fue el propio padre quien pidió autorización para que su hijo recibiera clases. La diferencia es que a la hora de evaluarle, no incluíamos en su libro escolar la nota de Religión porque estaba exento. Esto ocurrió todavía con Franco vivo”.

"Es falso que sea una clase de adoctrinamiento"

Que las clases de Religión es una forma de adoctrinamiento es otro de los mitos interesados que se ha ido extendiendo por parte de determinados sectores, y que desmiente nuestro protagonista: “Es radicalmente falso, porque impartimos un temario aprobado por el Ministerio, y es a lo que nos atenemos. El profesorado necesita una doble titulación para enseñar Religión, sobre todo en la escuela pública, además de la DECA (Declaración Eclesiástica de Competencia Académica). Es un personal muy preparado y que por supuesto no eligen los obispos,sino la administración”, sostiene López.

En los países de nuestro entorno, la asignatura de Religión se imparte

¿Más 'fake news' en torno a la Religión? La respuesta es sí. Y es que escuchando ciertos argumentos contra la asignatura, podría parecer que es España el único país donde se imparte la materia, cuando el 80% de los países de la Unión Europea la incluyen en su programa lectivo, tal y como recuerda Manuel López: “La excepción es Francia, pero porque es un Estado laico. Aquí, en España, la Carta Magna establece que debe colaborar el Estado con la Iglesia, pero no solo con la Católica, sino con aquellas confesiones que mantienen acuerdos con el Gobierno. Por eso, hay que saber de lo que se habla y, a la hora de establecer comparaciones, que sean viables. Cuando se critica desde algunas fuerzas radicales de izquierdas que la Religión debe desaparecer de la escuela, es porque atacan la Constitución”.

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