La advertencia del Papa Francisco ante el crecimiento del odio y el racismo: "No podemos perder la memoria"

En su comentario en 'Iglesia Noticia', Antonio Pelayo hizo referencia a las palabras del Papa sobre el 75º aniversario de la liberación de Auschwitz

Redacción Religión

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El pasado 27 de enero se cumplieron 75 años desde que un batallón de soldados rusos entraran en el campo de concentración de Auschwitz, donde se encontraron con una multitud de hombres, mujeres y niños famélicos y torturados que apenas podían manifestar su alegría al verse liberados.

Como hemos comentado, el mundo entero ha celebrado estos días el 75 aniversario de la liberación. El corresponsal en el Vaticano de Atresmedia y colaborador de 'Iglesia Noticia' en COPE, ha recordado el horror de aquel campo de concentración: “Murieron más de un millón de judíos, cuyos cuerpos fueron incinerados en hornos crematorios, y es la prueba de hasta dónde puede llegar la crueldad y el horror cuando la humanidad se deja dominar por una ideología asesina. Los tres últimos Papas, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco visitaron los restos del que fue el más sanguinario campo de concentración nazi, para de esta manera condenar el Holocausto y el odio racial que lo motivó”.

Una condena que ha recordado el Sumo Pontífice al recibir a los integrantes del centro 'Simon Wiesenthal', cuya actividad tiene el objetivo de combatir cualquier forma de antisemitismo, racismo y odio a las minorías: “El Papa les comentó que se ha apreciado un bárbaro recrudecimiento del antisemitismo, por lo que condenaba ante ellos cualquier forma de odio, pero les advirtió que para afrontar el problema en sus raíces, debemos comprometernos a arar la tierra en la que crece el odio sembrando en ella la paz”.

El Papa añadió, tal y como revela Antonio Pelayo, “que Auschwitz fue incluido por la UNESCO en su lista de Patrimonio de la Humanidad, porque si el mundo pierde la memoria, aniquila su futuro, y si permanecemos indiferentes ante el grito de la Humanidad que sufre preparamos terrenos fértiles donde crece fácilmente el odio”.

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