El bello homenaje de quien conoció bien los inicios del Papa Francisco con motivo de su 83 cumpleaños

La madre superiora del Instituto Nuestra Señora de la Misericordia en el barrio de Flores, Teresa, mantuvo una relación muy estrecha con el Santo Padre

Redacción Religión

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El Papa Francisco cumplió el pasado 17 de diciembre 83 años. Fue un 17 de diciembre de 1936 cuando el barrio porteño de Flores acogió el nacimiento del mayor de los cinco hijos del matrimonio formado por Mario José Bergoglio y Regina María Sivori.

La basílica de San José de Flores fue donde dio sus primeros pasos en camino religioso, y donde a partir de sus 17 años consagró su vida a Dios. Pero sus primeros contactos con la fe tuvo lugar en el Instituto Nuestra Señora de la Misericordia, en el barrio de Flores. Allí se crió y creció el hoy Sumo Pontífice. Hizo la primera comunión, la confirmación y ofició su primera misa, tal y como recuerda en COPE.es la madre superiora del Instituto Nuestra Señora de la Misericordia, Teresa, que conoció bien al Santo Padre: “Pasó su infancia aquí junto a su familia. Con sus amigos solía acercarse a nuestros parques para jugar al fútbol. Ahora rezamos mucho por él. Disponemos incluso de un libro donde consta que él recibió su primera comunión y la confirmación aquí, además de quién se la administró, quienes fueron sus padrinos...”

Para el Papa, una de las figuras que le ayudó a descubrir a Dios fue su catequista, la hermana Dolores Tortolo, ya fallecida actualmente. Fue un 8 de octubre de 1944 cuando el Santo Padre hizo la primera comunión. Desde entonces, y hasta que fue elegido Papa, siempre acudía a la capilla del Instituto para evocar aquella efeméride: “La hermana Dolores fue muy importante para él. También le ayudó mucho durante su juventud, cuando sufría problemas pulmonares. Como es propio de los jóvenes cuando se ven en esta situación, se preguntaba “por qué a mí”. La hermana Dolores le decía que Dios quería que de esta manera se purificase. A raíz de aquello, la hermana siempre pensó que Francisco sería un gran hombre para la Iglesia”.

La madre superiora ha recordado el día en el que falleció la catequista del Santo Padre: “Estuvo durante horas arrodillado o sentado cerca del féretro, simplemente porque era su maestra, quien le llevó hasta Dios”.

La madre Teresa mantuvo una estrecha relación con el Papa. Como sacristana, le preparaba la casulla y los detalles para celebrar la misa. Un tiempo que para nuestra protagonista fue entrañable: “Un día preguntó... ¿vos sos feliz? Le contesté que sí, y me pidió que nunca perdiera mi felicidad, la sonrisa y alegría consagrada”, recuerda emocionada.

Con motivo del 75 aniversario desde que se construyera por tercera vez en la historia el Instituto Nuestra Señora de la Misericordia, ya como Arzobispo de Buenos Aires y Cardenal, el ahora Papa Francisco ofició una misa. Fue la última vez: “Poco después asistió a Roma, y ya se quedó allí tras ser elegido Papa”.

Para la madre Teresa, el nombre elegido por Jorge Bergoglio, Francisco, se corresponde con su forma de ejercitar su vida en la Iglesia: “Siempre se preocupó por todos. Cuando era Cardenal salía a caminar por la ciudad para acompañar a los pobres. A las religiosas nos reunía siempre en el mes de marzo, donde nos escuchaba y nos preguntaba qué necesitábamos y qué propuestas podíamos aportar para mejorar la vida eclesial”.

En este punto, la madre superiora ha evocado el momento en el que el Papa les preguntó si sabían dónde dormían los niños pobres. Tras formular la cuestión, se hizo el silencio, hasta que él contesto: “En las bocas de aleación de los subterráneos, donde sale el aire caliente. Es una información que tenía porque caminaba por las calles de Buenos Aires. Tuvo un acercamiento al mundo de Dios muy grande”.

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