ÁNGELUS 9 DE FEBRERO

Francisco pide a los cristianos que no se encierren y recuerda una vez más a Siria

Los discípulos de Cristo son “la sal de la tierra” y son “la luz del mundo”.

Redacción Religión

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El Papa en su reflexión en el Ángelus de este domingo, meditando sobre el Evangelio del día, explicó el significado profundo de estas enseñanzas del Maestro."Ante la violencia, la injusticia y la opresión, el cristiano no puede encerrarse en sí mismo ni esconderse en la seguridad de su propio recinto; tampoco la Iglesia puede encerrarse en sí misma, no puede abandonar su misión de evangelización y servicio". El Papa a la hora del Ángelus dominical, comenta el Evangelio del día, y explica el lenguaje simbólico que utiliza Jesucristo para dar a quienes pretenden seguirlo, algunos criterios para vivir Su presencia y dar testimonio de Él en el mundo.

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El Santo Padre precisa que “un discípulo y una comunidad cristiana son la luz del mundo cuando dirigen a otros hacia Dios, ayudando a cada uno a experimentar su bondad y su misericordia”. Porque “el discípulo de Jesús es luz, cuando sabe cómo vivir su fe fuera de los espacios pequeños, cuando ayuda a eliminar los prejuicios, a eliminar las calumnias y hace entrar la luz de la verdad en las situaciones viciadas por la hipocresía y la mentira”. 

Una vez más el Romano Pontífice alza su voz por Siria: lo hace a la hora del Ángelus del domingo 9 de febrero, renovando su apremiante llamamiento a la comunidad internacional y a las partes involucradas para que “utilicen los instrumentos diplomáticos del diálogo y las negociaciones”, para “salvaguardar la vida y la suerte de los civiles”.

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