El mensaje del Papa Francisco a la Comisión Teológica: traducir la fe para la humanidad de hoy

La Comisión Teológica Internacional, fue instituida por San Pablo VI el 11 de abril de 1969 

Redacción Religión

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En su discurso, el Papa Francisco subraya la publicación de dos textos de singular importancia: “El primero ofrece una clarificación teológica sobre la sinodalidad en la vida y misión de la Iglesia.”, y continúa el Papa: “Como saben, este tema está muy cerca de mi corazón: la sinodalidad es un estilo, es caminar juntos, y es lo que el Señor espera de la Iglesia en el tercer milenio”.

El Papa insistió: “La sinodalidad es un camino eclesial que tiene un alma que es el Espíritu Santo. Sin el Espíritu Santo no hay sinodalidad”.

El segundo texto “propone un discernimiento sobre las diferentes interpretaciones de la libertad religiosa hoy”, sobre lo que el Papa puntualiza: “El respeto sincero de la libertad religiosa, cultivada en un diálogo fructífero entre el Estado y las religiones, y entre las propias religiones, es más bien una gran contribución al bien de todos y a la paz”.

Otro tema sobre el cual también se ha reflexionado, afirma Francisco, es el de “la sacramentalidad como estructura constitutiva del encuentro entre Dios y el hombre, subrayando la necesidad de superar las diversas formas de disociación entre fe y vida sacramental”.

Los teólogos y la misión de la Iglesia

El Papa insiste en el rol de los teólogos: “Son mediadores entre la fe y las culturas, y de este modo participan en la misión esencial de la Iglesia: la evangelización. Ustedes tienen la misión de generar el Evangelio: están llamados a sacarlo a la luz. De hecho, están escuchando lo que el Espíritu dice hoy a las Iglesias de las diversas culturas para sacar a la luz aspectos siempre nuevos del misterio inagotable de Cristo, en el que "se esconden todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento" (Col 2,3).

Francisco subrayó la importancia de la reflexión teológica, que tiene que ir a las cosas que “no son claras y arriesgadas en la discusión”, pero, por otro lado, “A la gente, siempre la comida sólida que alimenta la fe”.

La teología es la encarnación de la fe en la vida

Francisco insiste en que la teología “traduce la fe para el hombre de hoy, para que cada uno se sienta más cerca y se sienta abrazado por la Iglesia, tomado de la mano donde está, y acompañado para saborear la dulzura del kerigma y su novedad intemporal. La teología está llamada a esto: no es una disquisición pedagógica sobre la vida, sino la encarnación de la fe en la vida”.

Seguidamente en su discurso, el Papa invitó a no olvidar dos dimensiones del quehacer teológico: primera, “la vida espiritual (…) en la apertura al Espíritu Santo se puede comprender y traducir la Palabra y hacer la voluntad del Padre”. Segunda, “la vida eclesial” y afirmó: “La teología no se hace como individuos, sino en comunidad, al servicio de todos, para difundir el buen gusto del Evangelio a los hermanos y hermanas de nuestro tiempo, siempre con dulzura y respeto”. El Papa finalizó agradeciendo el trabajo que hacen y pidió sabiduría a la Virgen para que “continúen con alegría su misión”.

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