Carta de los obispos de Canarias a los miembros de Vida Consagrada presentes en las islas

José Mazuelos y Bernardo Álvarez piden su colaboración para hacer el borrador de un proyecto e implementar «corredores de hospitalidad» para migrantes y refugiados

José Mazuelos y Bernardo Álvarez

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Recibid, al comienzo de este curso nuestro más cordial saludo en estos momentos difíciles de crisis, dolor y desconcierto, y nuestros mejores deseos para todos los hermanos y hermanas de las distintas comunidades religiosas, presentes en las Islas Canarias.

El próximo 25 de septiembre celebramos la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2022. Este año el lema elegido por el papa Francisco es "Construir el futuro con los migrantes y los refugiados". Como todos sabemos, nuestras islas forman parte de la Frontera Sur de Europa a la que llegan permanentemente, multitud de frágiles embarcaciones, cargadas de migrantes que se arriesgan buscando, con desesperación la paz y el bienestar que les falta en sus países de origen.

Muchos, sin embargo, mueren en el intento y nuestras costas se convierten en cementerios, frustrando sueños e ilusiones de tantos niños, jóvenes y adultos, que son tragados por las aguas de este inmenso Océano. Según los datos que disponemos son más de 1.000 personas desaparecidas en lo que llevamos de año. El espectáculo es siempre dantesco y normalmente despierta el dolor y la solidaridad de los hombres y mujeres de buena voluntad.

El pasado mes de abril de este mismo año 2022, tuvo lugar el encuentro de Delegados y voluntarios de Pastoral Migratoria de todas las Diócesis de España, convocados por la subsecretaría de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española. Entre otras conclusiones a las que se llegó por unanimidad fue la de poner en marcha "corredores de hospitalidad" y facilitar entre todas las organizaciones de la Iglesia, el tránsito de nuestros hermanos migrantes, para evitar su hacinamiento en las islas, intentando colaborar con nuestras instituciones públicas que, a veces, tienen dificultad para hacerlo efectivo.

En nuestras Diócesis, Canariense y Nivariense, no queremos permanecer en silencio ni queremos ponernos de perfil. Tal como apuntarnos en nuestra carta pastoral del 2020: "No podemos permanecer ajenos al dolor del hermano. El encuentro con el otro es también un encuentro con Cristo".

Por este motivo le hemos pedido a nuestras delegaciones de pastoral de Migraciones que elaboren un borrador de un posible proyecto que pueda ser presentado a la conferencia episcopal y que después pueda ser extendido al resto de las diócesis de España que quieran implementarlo. A mismo tiempo, esta es la razón por la que solicitarnos la colaboración de los miembros de la Vida Consagrada de nuestras Diócesis.

Creemos que, en las circunstancias actuales, puede ser un gesto muy elocuente dicha colaboración por parte de las comunidades de Vida Consagrada presente en las Islas Canarias. Sería un buen gesto de "sinodalidad" y una buena expresión de que estamos en medio de nuestro pueblo, participando de sus dolores, sufrimientos, y al lado de los más pobres y desfavorecidos, como hizo el Señor, que siempre manifestó una autentica predilección hacia ellos.

Nos encomendamos a la Virgen María, Consuelo de los afligidos, confiándole las esperanzas de todos los emigrantes y refugiados y le pedimos por todas las comunidades y colectivos sociales que los acogen, pai·a que les ayude a ser buenos samaritanos, viviendo el mandamiento del amor al prójimo.

Que Dios derrame su amor en nuestros corazones para que lo hagamos realidad.

+ Bernardo Álvarez Afonso

Obispo Nivariense

+ José Mazuelos Pérez

Obispo de Canarias


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