El arzobispo castrense asegura que las prácticas de Cuaresma buscan que nos encontremos con Jesús

Juan Antonio Aznárez reflexiona en el programa "Iglesia al día" sobre la invitación de Jesús de descansar en Él los cansancios y los agobios de la vida

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El arzobispo castrense, Juan Antonio Arnárez, ha sido esta mañana el primer prelado que ofrece las meditaciones de Cuaresma en el programa TRECE Iglesia al día. Este Miércoles de Ceniza, ha reflexionado sobre la invitación y la promesa que Jesús hace en el pasaje que narra Mateo: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mi que soy manso y humilde de corazón y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera» (11, 28-30).

Por una parte, según ha indicado el prelado, Jesús invita a ir a Él a quienes están cansados y agobiados, lo que hoy también se concreta en aquellas personas que “tienen un agobio, problemas, enfermedades”. El arzobispo Arnárez ha resaltado también esa promesa de Jesús, la de “encontrar el descanso en Él”.

“Estas palabras de Jesús nos ayudan a entender cuál es el fin último del conjunto de prácticas cuaresmales (ayuno, limosna y oración): ir a Cristo, encontrarnos con Él, disfrutar de su presencia, y encontrar en Él el remedio para todos nuestros males y el descanso”, ha explicado en Iglesia al día.

Además, ha recordado que Jesús hace otra invitación en este texto del evangelista Mateo, la de tomar sobre uno su yugo, y otra promesa, encontrar ahí el descanso. “Curiosa forma de descansar. En realidad Jesús no está invitando a hacer un trueque, nos está diciendo que ese yugo pesado que llevas de tus miedos, angustias, debilidades, dámelo y toma sobre ti el mío”, ha expresado, asegurando que “el yugo de Jesús es el mandamiento del amor. Así, ha terminado su meditación desvelando “el secreto de toda la vida de fe y de esta invitación a vivir la Cuaresma: no pretender llevarlo solo sino con Jesús y la Iglesia”.

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