Nada va a volver a ser igual pero, ¿por qué va a ser peor?

La Responsable Gabinete de Presidencia de Cáritas Española reflexiona sobre la necesidad de una sociedad más solidaria en estos tiempos de zozobra

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Queridos amigos, con el año 2021 ya empezado hace un mes, ¡parece mentira lo que ya hemos vivido! Deseo que todos ustedes que nos leen, sus familias y amigos se encuentren bien y serenos, con la capacidad necesaria para leer los signos de estos tiempos. Son tiempos recios, me decía el otro día un gran amigo, y hacen falta personas recias, humildes, decididas, generosas, brillantes, valiente…¡cuantas cosas! Estoy segura de que todos somos un poco así.

La gran pregunta es si estamos dispuestos a ponernos en marcha, a no mirar hacia otro lado, a no quejarnos más, a entender y asumir nuestra responsabilidad, levantándonos de nuestro sillón cómodo e identificar lo que cada uno de nosotros puede contribuir a recrear esta sociedad. Todos podemos poner algo, hacer algo... sobre todo aquellos que nos ha tocado la mejor parte. Conocerán muchas personas sumergidas en el miedo, el desánimo, la queja, la falta de esperanza... y no es para menos.

La pandemia, su gestión, el desolador panorama de sus consecuencias en los que menos tienen, en las empresas, etc. van haciendo mella. Pero no podemos criticar sentados ni luchar sentados. Han fallecido demasiadas personas, hay demasiadas familias rotas, ha habido demasiada mentira, desorientación, desolación…. Somos un país de gente franca, transparente, esperanzada, con una gran historia, que ha hecho grandes cosas, que se ha reconciliado por encima de todo y que ha sido capaz de construir cuando todo estaba en contra.

Me pregunto “perpleja”, ¿qué nos pasa? Somos capaces de lo mejor. Hay muchas personas que necesitan que nos levantemos en esta etapa. Muchos amigos y compañeros han perdido la salud, otros el trabajo, otros su vida de antes… Nada va a volver a ser igual pero... ¿por qué va a ser peor?

Igual, si somos realmente sinceros con nosotros mismos, lo de antes no nos llenaba al cien por cien y ahora nos dan la oportunidad de reconstruirlo, de ser más responsables los unos con los otros, más solidarios, más activos. No nos escudemos en lo que hace el resto, desterremos esa frase de que “todo vale y nunca pasa nada”. Si queremos que algo cambie ,cada uno de nosotros tendrá que hacer algo.

Los que tenemos la suerte de creer en Jesús, de tener el Evangelio como inspiración, no quiero decir que tengamos más responsabilidad, pero si debemos buscar claves para la esperanza, para la fuerza, para mantenernos unidos, para dar el testimonio de que es posible que las cosas sean diferentes, se hagan de forma diferente.

Recuperemos el sentido ético de cada persona, ”la ética del cuidado por los demás” dice Pablo D’Ors, que nos haría mucho bien a todos. ¡Qué satisfacción cuidar y sentirse cuidado, ponerse en marcha por alguien, por algo que merezca la pena!

No tengamos miedo, demos cada día gracias a Dios por seguir con salud y con fuerza y asumamos cada uno, desde donde podemos, con objetividad y fuerza, saliendo de nosotros mismos para mirar fuera, lo que si podemos cambiar. Hay demasiadas personas esperándonos que dependen de nuestra decisión y creo que si somos valientes y la tomamos, seremos mucho más felices.

Dios nos ha dado la oportunidad de ser responsables con el mundo que nos ha tocado vivir y escribir una parte importante de nuestra Historia en la que, sin duda, habrá alguna cosa positiva. Muchas esperanza y mucha fuerza. Todo pasará. Algunos pensamos que seremos mejores si asumimos nuestro compromiso con el futuro que queremos construir.

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