La compañía teatral de las monjas obreras que pone el cristianismo y el arte en el escenario

Estas 35 hermanas llevan 10 años en activo con musicales y obras de teatro con las que financian sus proyectos de caridad

Redacción religión

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Cárcel de Serrinha, Brasil. La prisión vive una revuelta entre sus reclusos. Las estructuras del país sufren superpoblación y falta de derechos. En medio del caos, una monja, la hermana Liliana, llora, se arrodilla y comienza a rezar un Padrenuestro. Los presidiarios perciben lo que hace esa mujer, cuya misión en la cárcel es escuchar, aconsejar y acompañar a los presos. 

Poco a poco, se unen más voces al Padrenuestro y comienza a imponerse sobre los gritos de la revuelta. En cuestión de tiempo, todos los internos y los guardias se arrodillan. 

Esta historia la recoge la revista CredereEs una de las cinco partes del musical "La canción invisible". Esta representación la han llevado por toda Italia las monjas obreras de la Santa Casa de Nazaret con la compañía de teatro "1diNOI", que cumple 20 años. 

En honor a su fundador

La idea de esta compañía teatral de estas hermanas surgió hace 10 años. El motivo, el deseo de organizar y representar un espectáculo que ayudara a la beatificación del fundador de esta congregación, Arcangelo Tadini. Finalmente, sería canonizado por Benedicto XVI en 2009. 

La hermana Enza Frignani, recuerda los comienzos. "Saber hacer un equipo ha marcado la diferencia. Todos compartieron sus talentos: quién en la dirección, quién en la escenografía, quién en los ballets", explica a la publicación italiana. 

Tadini fue un sacerdote que abrió una hilandería y un internado para trabajadoras jóvenes y fundó una familia religiosa para educar a las niñas, trabajando junto a ellas. Quería que, quienes se uniesen a esa familia, revelaran la presencia de Jesús.

Su trabajo comenzó en Italia, pero, en la actualidad, abarca otros países como Inglaterra, Brasil, Burundi, Ruanda y Mali. Su vida es de oración y de participación en la vida social. 

Una compañía que crece y hace crecer

El grupo de teatro de las hermanas crece a cada viaje. Son 35 personas a día de hoy. Lo que ocurre es que, con cada viaja, familiares y amigos se involucran. Además de ir para trabajar en las representaciones, las monjas también aprovechan para realizar visitas culturales a la ciudad que las recibe

 "Como mujer consagrada, aprendí que la Iglesia es hermosa cuando hay colaboración . Cuando se trata de diálogo. Nos ayudaron a contar la historia con una "V" mayúscula. Llevamos en nuestros corazones las muchas caras que hemos conocido, el esfuerzo dedicado a escribir un guión (se tarda aproximadamente un año) y los sentimientos de amistad que nacieron y se reforzaron en las dificultades", cuenta.

La recaudación del teatro tiene como fin apoyar los distintos proyectos de la congregación. Algunos de ellos, una escuela infantil en San Paolo, Italia; un proyecto de alfabetización para adultos y un centro de capacitación social en Burundi y microproyectos en Mali. 

Tras el éxito de su primer musical, las monjas han desarrollado más obras. "Un jardín oriental", por ejemplo, representa el intento de las hermanas de ser levadura en la sociedad y de transmitir el Evangelio entre las casas y calles. La siguiente fue "Más de la arena" , que comparte las razones para creer y transmitir a otros las buenas noticias que cambian vidas.

Cinco historias de mujeres, de vida y fe

"La canción invisible" , con sus 42 representaciones, es el musical de la madurez de esta compañía. Se trata de un musical en el que han conseguido unir la vida y la fe. Así lo describe otra de sus integrantes, la hermana Enza: "Hemos unido la vida y la fe contando las historias de cinco mujeres con sus debilidades". 

Esos cinco casos abarcan varias realidades. Cuentan la historia de una joven que no conocía a su padre biológico pero consiguió vencer su ira y sentirse amada gracias a su encuentro con Dios. Otro caso es de superación: una niña que consigue ser una estrella del deporte y ser madre...a pesar de sufrir espina bífida.

La violencia familiar o la pérdida de un ser querido encaminan hacia el final al musical. Antes de bajar al telón, las hermanas nos devuelven a la cárcel de Serrinha, donde la hermana Liliana que rezaba el Padrenuestro, muestra con ello su crecimiento personal ante la violencia de su entorno. 

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