¿Por qué nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena?

Este miércoles se celebra Santa Bárbara, patrona de la artillería

Redacción Religión

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Este miércoles, 4 de diciembre, es el día de Santa Bárbara, y es inevitable que se nos venga a la mente su nombre los días y noches de tormenta. Aunque, más allá de este comentario tan popular, esta santa es patrona de la artillería y, por consiguiente, de todos los trabajadores que se dedican profesionalmente al mundo del fuego, como los bomberos, electricistas o mineros.

Pero volviendo al comienzo... ¿Por qué recordamos a Santa Bárbara los días de rayos y truenos? Como sucede casi siempre, nada es casualidad. Esta Virgen mártir nació en el siglo III en Nicomedia (en Asia Menor, a las proximidades del mar Negro). Su padre era un tirano, llamado Dióscoro. La relación entre ambos se truncó una vez que la santa se convirtiera al cristianismo, lo que sirvió a su padre de excusa para encerrarla en un castillo para que cambiase de idea.

Al poco tiempo, Dióscoro obligó a su hija a casarse con quien ella no quería, por lo que se opuso, afirmando que elegía a Cristo como su esposo. Aquello no sentó nada bien a su tirano padre, que trató de matarla, pero en un primer momento no lo consiguió, ya que Santa Bárbara emprendió la huida.

Una vez fue nuevamente cautivada, sufrió por parte de su progenitor la peor de las torturas: atada aun potro, flagelada, y herida por trozos cortantes de cerámica. Pese a este sometimiento, no murió, y su propio padre la envió a un tribunal, donde el juez dictó la pena capital por decapitación. El encargado de ejecutar la sentencia fue el propio Dióscoro en la cima de una montaña.

Tras la ejecución, minutos más tarde ocurrió el hecho que explica por qué recordamos a Santa Bárbara cuando hay tormenta. Y es que su padre, tras matar a su hija, falleció después de que un rayo le alcanzara. Probablemente por la intervención del rayo, desde la Edad Media Santa Bárbara se convirtió en la patrona de todos los artilleros no solo de España, sino de toda Europa y, por extensión, después, de todas las profesiones que tienen que ver con explosivos y fuego.

Además, es muy recurrente en nuestro rico refranero frases del tipo...”Solo te acuerdas de Santa Bárbara cuando truena”, a la que se acude cuando dejamos todo para última hora y luego nos quejamos; y por otra, cuando pedimos un favor a alguien a quien tenemos normalmente olvidado y solo nos acordamos de él o ella cuando necesitamos su ayuda.

En la iglesia de San Juan del Hospital, en Valencia, se encuentra la columna donde fue martirizada, en una capilla bajo la advocación de la santa. Esta reliquia fue traída a la Ciudad de Valencia por la emperatriz Constanza Augusta de Grecia. En la iglesia de San Jaime de Moncada (Valencia), se encuentra una falange de un dedo de la Santa traída desde Roma a Moncada.

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