El testimonio de fe de Enrique Arce, actor de 'La casa de papel'

El encuentro de Arce con Dios fue "volver a casa". Tuvo que tocar fondo para saber que tenía que pedir a Dios que fuera Él el que guiase su vida

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Enrique Arce es uno de los rostros conocidos de la serie española "La casa de papel". Además, acaba de publicar su novela La grandeza de las cosas sin nombreSin embargo, tanto éxito se queda pequeño en comparación con la que para él es lo más importante: "la victoria sobre uno mismo". Ese triunfo personal es un "camino sin retorno" - explica -, una búsqueda que empieza en el corazón. 

El actor y escritor se encontró en ese camino después de darse cuenta de que, estando dónde estaba, no era feliz. "Es muy fácil triunfar en la vida, tener éxito o dinero. Es facilísimo. Sólo requiere hacer dos o tres cosas claves, que una vez las haces, funcionan, pero cuando llegas ahí, y a mí me ha pasado en mi carrera de actor, te preguntas: '¿Esto es todo lo que hay detrás de esto?', recuerda.

La pregunta que él ha vuelto a formular crece con el paso del tiempo, pero tiene salida. "Entonces, te plantas con treinta y pico, con una larga vida por delante, diciendo: ¿y ahora qué hago, si esto no me hace feliz? Y, si tienes un poquito de suerte, te das cuenta de que por donde tienes que buscar es por aquí", dice, señalándose el corazón.

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Dejar que Otro coja el volante

Arce echa la vista atrás con agradecimiento. "Yo toqué fondo y eso fue una bendición", evoca. Él se encontraba en Londres y le acababan de dar una paliza en un bar. Ese era el punto final al que le había llevado su vida de entonces. "Cuando yo intenté manejar mi vida, que era ingobernable, que tenía todos los problemas del mundo, al borde siempre del abismo, me fue fatal".

"Por favor, coge Tú (Dios) el volante"

Así, se encontró con 41 años y sin amigos, paseando de noche por los parques de Londres...hasta que se encontró con una catedral. El templo no era, ni siquiera, católico.

"Me senté y sentí como si me hubiesen seccionado toda la energía". Eso le hizo mirar hacia atrás...y también hacia arriba y hacia adentro. "Me planteé mi vida en aquél momento y dije: 'Si es verdad lo que me han contado los maristas cuando era pequeño, por favor, coge Tú (Dios) el volante, porque yo estoy llevando este coche muy mal". 

Un cambio de dirección 

La reacción en su vida no fue instantánea, pero era "como dejarse estar". Para Enrique Arce, más que una derrota, es ese "dejarse estar por alguien que suele llevarte por un buen camino, porque está ahí para guiarte". Para lograrlo, Enrique "ha vuelto a casa". Así describe el también escritor ese momento, que ve muy relacionado "con pedir ayuda desde el corazón".  

Él asegura que ha descubierto mucha creatividad en sí mismo, a través de sus dos facetas artísticas. Y, con ello, el sentido. Como escritor y actor, sabe que está en este mundo para "remover" y "conmover" a las personas

"Yo creo que eso es lo que he venido a hacer en este mundo, tanto como actor como escritor: remover, conmover, intentar que otros vean el camino que yo he transitado desde lo más bajo. Si puede servir como herramienta de arranque para alguien, me doy por satisfecho, más que con tener miles de lectores ocasionales", afirma en una entrevista concedida al canal católico Mater Mundi.

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