García Magán asegura que pese al avance de la secularización perciben "brotes verdes" entre los jóvenes

El secretario general del episcopado asegura que los obispos trabajan en iniciativas buscan nuevas vías de evangelización y "nuevas expresiones de la fe"

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El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Francisco César García Magán, atribuye la crisis vocacional y el descenso en la administración de sacramentos respecto a décadas pasadas a la desvinculación existente en la sociedad española y occidental no solo hacia la Iglesia Católica, “sino también hacia las instituciones”.

“Hay una crisis general en la sociedad, de desvinculación. También ha caído mucho el interés de la participación de los jóvenes en partidos políticos u otras asociaciones si lo comparamos con mi juventud, en la etapa de la Transición donde había mucha más implicación institucional”, ha recordado el portavoz de los obispos durante la presentación de la Memoria de Actividades de la Iglesia en 2021, que revela que la administración de sacramentos creció de manera significativa ya que muchas de ellas fueron pospuestas en 2020 por la pandemia.

De esta manera, en 2021 se celebraron 149.711 bautizos frente a los 100.222 de 2020; 182.760 primeras comuniones (20.810 más); 103.584 confirmaciones (24.137 más); y 25.762 matrimonios (el doble que el año anterior).

Pese a esta crisis de desvinculación, García Magán ha puesto el acento a los “brotes verdes” que se percibe en las grandes ciudades, núcleos donde hace décadas se inició el proceso de secularización, y que el secretario general del episcopado atribuye “a los nuevos instrumentos que hay de evangelización como hace años eran los cursillos de cristiandad, y ahora lo son también los retiros, experiencias de la fe... No vivimos en una cápsula, entonces el ambiente cultural de cada momento afecta a la celebración de la fe”, ha puntualizado.



Asimismo, García Magán ha puesto como ejemplo de esos “brotes verdes” los bautismos en la edad adulta, un fenómeno que se dispara en países como Francia o la propia España: “Es un fenómeno consolidado de personas españolas que, en un proceso personal de discernimiento, piden el bautismo”, ha subrayado.

Pese a esta crisis de desvinculación, que ya han analizado anteriormente figuras relevantes de la Iglesia como Benedicto XVI o al que hace alusión Francisco, el portavoz de la CEE ha reivindicado que también es significativa la alta asistencia a la Misa dominical (8.260.000 fieles) y el compromiso social.

El también obispo auxiliar de Toledo ha aclarado a su vez que los obispos reflexionan y buscan nuevas vías de evangelización y “nuevas expresiones de la fe”.

En este marco la religiosidad popular se antoja para García Magán como un elemento fundamental, tal y como se ha podido ver en la última Semana Santa: “Había un deseo después de las limitaciones por la covid de expresarlo desde las hermandades y cofradías. La religiosidad popular es un gran potencial que tenemos como Iglesia, como evangelización. Muchas personas pueden ver las procesiones de Semana Santa por un sentido cultural o turístico, pero hay muchas personas que viven su fe a través de esa religiosidad popular y durante el año hay un proceso de formación en la fe y un compromiso solidario”, ha explicado el portavoz de la CEE.

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