Omella clama contra la precariedad laboral y llama apela a la reflexión: "¿Este es el mundo que queremos?"

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, lamenta que un 15% de trabajadores en nuestro país sean pobres al mismo tiempo. Un dato que el arzobispo de Barcelona ha extraído del Informe Foessa, publicado el pasado mes de enero.

En este sentido, Omella ha instado a través de su cuenta de Twitter a la sociedad a pensar en la situación que viven aquellos que no tienen ni trabajo. Además, en el tuit plantea una pregunta para la reflexión: “¿Es este el mundo que queremos?”

Tener trabajo y ser pobre al mismo tiempo. Según el #InformeFoessa esta es la situación de casi el 15% de trabajadores en España. Imaginemos la situación de los que no tienen ni trabajo.

¿Es éste el mundo que queremos?

— Card. Juan José Omella (@OmellaCardenal) February 8, 2022

De esta manera, el episcopado muestra su preocupación por la situación del mercado laboral de nuestro país donde, como reflejaba Foessa, el mero hecho de ser joven es un factor de exclusión social. Asimismo, el informe revela que tras dos años de pandemia, once millones de personas están situación de pobreza, mientras que la precariedad laboral alcanza ya a dos millones de hogares.

El Gobierno ahora pretende poner coto al auge de la precariedad a través de la reforma laboral, aprobada la pasada semana en el Congreso de los Diputados con la polémica del voto erróneo del diputado del PP Alberto Casero, que inclinó la balanza a favor de la reforma.

Desde que el pasado 23 de diciembre el Gobierno de Pedro Sánchez anunciara el acuerdo para introducir modificaciones en la reforma laboral de 2012 con patronal y sindicatos, la Conferencia Episcopal Española ya advertía a las autoridades competentes que “lo que está en juego es una legislación laboral para colaborar a que se respete la dignidad del trabajo y que se realice en condiciones dignas, en definitiva, que el trabajo sea humano”.

Para el episcopado español, lo que debe primar en esta reforma laboral es “la defensa del bien de las personas y del bien común de la sociedad”, así como colaborar “lo más eficazmente posible a eliminar las desigualdades en las relaciones laborales, a acabar con la temporalidad, la precariedad y la inseguridad laboral, a reforzar la negociación colectiva en condiciones justas y eliminar las desigualdades que deterioran las condiciones laborales de muchos trabajadores y trabajadoras”.