La historia de Bruno, el joven que pasó de ser preso de sus adicciones a acercarse a Dios gracias al Opus Dei

Durante su adolescencia, Bruno consumía droga en la calle diariamente. Su vida cambió cuando ingresó en Vale de Acór, un centro de rehabilitación de Lisboa

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Bruno creció coqueteando con las drogas. Su hermano mayor se marchó de casa con tan solo catorce años, lo que sin duda le marcó. Cuando cumplió la mayoría de edad, solo pensaba en consumir: “No eras una persona creyente, en absoluto”, relata en una entrevista concedida a 'Opus Dei'.

Su deterioro físico y psíquico le llevó a vivir en la calle, alejado de su familia y amigos. Había tocado fondo. En este contexto y pese a vivir alejado a Dios, levantó su cabeza hacia el Cielo y pidió el milagro: “Todavía sucede hoy”, asegura durante la conversación.


A partir de aquel momento, Bruno pidió ayuda. Tenía 19 años. Su vida cambió cuando conoció a Vale de Acór, una institución que, desde 1994, trabaja en la reinserción de personas drogodependientes.

Fue en ese momento cuando Bruno volvió a sentir una mano amiga. Fue un voluntario, Salvador, quien le guió en la asociación, quien había fundado a su vez una asociación, 'Más Juntos', para llevar a voluntariosa visitar a personas sin hogar en Lisboa: “Conocí a Bruno de forma muy natural. Crecimos en amistad, y un día lo reté a que saliera a la calle con nosotros”, cuenta Salvador en 'Opus Dei'.

Bruno había abandonado por completo el consumo de estupefacientes y aceptó la invitación: “A través de Salvador pude estar con gente que vivía en la calle. Y con realidades idénticas a la mía”.

En este trabajo como voluntario y ayudando a personas sin un techo, Bruno ha iniciado su camino de conversión a Dios. El Opus Dei le ha ayudado a emprender este trayecto con la formación cristiana.

Participó en momentos de oración y en retiros mensuales y descubrió la importancia de tener un director espiritual que lo ayudara a hacer “reflexiones serias sobre el sentido de la vida y la importancia del trabajo. La insistencia en el trabajo me tocó mucho”, reconoce en la entrevista.

Bruno ahora trabaja de noche en un supermercado de Lisboa. El puesto de trabajo no le motivaba. Pero todo cambió cuando Salvador le envió la homilía de san Josemaría Escrivá, 'Trabajo de Dios': “Esa homilía me tocó mucho por el simple hecho de afirmar que es en el trabajo donde puedo encontrar a Jesús. Tengo la oportunidad de trabajar con los auriculares, escuchando música muchas veces. Pero en otras vuelvo a escuchar esta homilía. ¿Y por qué lo hago? Porque me permite tener un diálogo con Jesús. Un diálogo que normalmente no tendría”, reflexiona.

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