Teresita, "la niña misionera" que conmovió a España, tendrá un parque con su nombre: "Era amiga de todos"

La pequeña falleció el pasado 7 de marzo en Madrid a consecuencia del tumor con el que llevaba tres años luchando, pero su testimonio de fe y su misión conmovió a España

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A partir de este miércoles, 5 de enero, el parque de Los Arroyos en El Escorial tendrá otro nombre. Se llamará “Parque Teresita”, en recuerdo de Teresa Castillo, “la niña misionera” fallecida el pasado 7 de marzo en Madrid, con solamente 10 años, como consecuencia de un cáncer.

Será inaugurado a las 12:30 por el sacerdote Fernando Rey Ballesteros y, además de familiares y amigos de Teresita, acudirá prácticamente toda la corporación municipal, encabezada por el alcalde de El Escorial, Cristian Martín Palomo.

La madre de Teresita, Teresa de Diego, ha explicado a Obras Misionales Pontificias que el ayuntamiento ha decidido ponerle el nombre de Teresita al parque como un homenaje por el cariño de toda la gente y también por haber sido nombrada misionera”.



El pasado mes de mayo, se aprobó en sesión plenaria, por unanimidad, nombrar el parque de Los Arroyos, como “Parque Teresita”. Teresa de Diego afirma que Teresita era “muy querida en su urbanización, Los Arroyos, y era amiga del cartero, de las costureras, de los vecinos y, por supuesto, de toda la gente de la parroquia. Saludaba a todo el mundo con cariño. Le encantaba ir al parque y aunque no hubiese nadie conocido preguntaba: ¿puedo jugar?, ¿cómo te llamas? Y ya tenía nuevos amigos”.

Teresita Castillo de Diego tenía 10 años, era una niña enferma por un tumor en la cabeza, pero, sobre todo, era misionera de la Iglesia. La pequeña falleció el domingo 7 de marzo en Madrid a consecuencia del tumor con el que llevaba tres años luchando, pero su historia, su testimonio de fe y de amor a la Iglesia y a su misión ha conmovido a España.

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La historia de Teresita, "la niña misionera"

La historia se hizo conocida a partir de la visita de don Ángel Camino Lamela, Vicario Episcopal de la Vicaría VIII de la Archidiócesis de Madrid, al Hospital de La Paz el 11 de febrero. Como el sacerdote cuenta en una carta enviada a todos los fieles de la Vicaría, ese día, tras celebrar la Misa en el Hospital, los capellanes de La Paz le propusieron visitar a una niña gravemente enferma que tenía programada al día siguiente una operación para extirpar un tumor en la cabeza.

“Hemos llegado a la UCI debidamente equipados, he saludado a médicos y enfermeras, y acto seguido me han llevado a la cama de Teresita que estaba junto a su madre Teresa. Un vendaje blanco rodeaba toda su cabeza, pero tenía la cara suficientemente descubierta como para percibir un rostro verdaderamente brillante y excepcional”, narra el sacerdote, que explicó que acudía “en nombre del Sr. Cardenal Arzobispo de Madrid para traerle a Jesús”.

La niña preguntó: “Me traes a Jesús, ¿verdad?”, y a continuación añadió: “¿Sabes una cosa? Yo quiero mucho a Jesús”. En ese momento la madre intervino en la conversación e invitó a su hija: “Dile a Ángel lo que tú quieres ser”. Teresita respondió: “Yo quiero ser misionera”. El P. Ángel quedó impactado por la respuesta, “totalmente inesperada para mí”. “Cogiendo fuerzas de dónde no tenía, por la emoción que me produjo la respuesta, le digo: ‘Teresita, yo te constituyo ahora mismo misionera de la iglesia, y esta tarde te traeré el documento que lo acredita y la cruz misionera’”.

Aquella misma mañana, en la Vicaría, el P. Ángel elaboró el oficio de misionera “bajo un pergamino verdaderamente precioso”. Luego tomó la cruz de misionera “y a las cinco de la tarde regresé de nuevo al Hospital de La Paz. Me estaban esperando los capellanes y fuimos derechos a la UCI”.



La nueva protectora para los niños en misión

Hasta el momento en que la instituyó misionera, la fuerza de la fe de Teresita ya había dejado una profunda huella en el P. Ángel Camino Lamela, pero lo que sucedió a continuación le causó un asombro inmenso.

“Lo que yo no me podía imaginar es que, a través de los contactos de los padres, este testimonio llegó a oídos del Delegado Nacional de Misiones. Me llama al día siguiente y me hace esta pregunta: ‘¿Tú has constituido en el Hospital de La Paz a una niña misionera?’, efectivamente, le digo, ‘ayer después de darle la unción y la comunión, la constituí misionera con la oración preceptiva y posteriormente le llevé el documento con la cruz de misionera”. Entonces el Delegado Nacional de Misiones le explicó que “este testimonio ha dado la vuelta en todo el mundo misionero de España y ya han puesto a Teresita como una nueva protectora para los niños en misión”.

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