Anabel Mialdea, Premio 'Bárbara Castro': “Adoptar no es un acto de caridad, es un acto de amor”

La cordobesa recibe este jueves este galardón por el deseo de formar una familia, a pesar de las circunstancias que ha tenido en su vida

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Este jueves se entregará el Premio ‘Bárbara Castro. A un corazón de madre’. La galardonada este año es la cordobesa Anabel Mialdea. El CEU, organizador de esta entrega de premios, ha reconocido la vivencia y el testimonio de esta mujer cordobesa; su deseo por formar una familia, sin importar las barreras que tuvo que solventar en el proceso de adopción de sus dos hijos: Rafael y Ana, para poder traerlos a España desde Rusia.



Contando su testimonio, Anabel explica que “no me siento ni más ni menos especial que cualquier otra madre. Siempre quise ser madre y al no poder tener hijos biológicos lo pasé mal. No puedo negar que hubo momentos en los que me revelé ante los designios de Dios, pero ahora sé que Él me lo tenía todo preparado para que Ana y Rafa llegaran a mi vida. Los procesos de adopción no fueron fáciles, pero volvería a pasar por todo para tenerlos junto a mi”.

Anabel y su esposo, Rafa, adoptaron un niño y una niña de Rusia, en distintas etapas de su vida. “Quiero pensar que Rafa es hijo de una persona generosa, que decidió darle la vida, una vida que me regaló y a la cual le he podido robar millones de sonrisas. Llegó a nuestras vidas con 18 meses y cuando me lo pusieron en los brazos fui la mujer mas feliz del mundo. Fue una fiesta para mi corazón el primer día que me dijo ‘Mamá’. Rafa nació en unas condiciones difíciles y salió adelante, porque nadie pudo arrebatarle las ganas de vivir. Con la ayuda de Dios y mucho cariño nos fuimos puliendo el uno al otro. Ahora está en plena adolescencia, estudia bachiller y quiere ser periodista”.

“La historia de Ana es más dura y difícil, pero no soy nadie para juzgar a su madre biológica. La niña fue prematura y fue encontrada en un estado lamentable y critico tras la denuncia de unos vecinos. Le fue retirada la custodia a su madre por los servicios sociales rusos y pasó 5 meses ingresada en una UCI, para ser trasladada a una casa cuna. Ana tiene fisura palatina y retraso en el crecimiento, por lo que su adopción fue complicada”.

Fuerza del Espíritu Santo

“Al conocer la historia de Ana, mi marido, que estaba sentado frente a mi, me miró y me dijo: Anabel, creo que estás pensando lo mismo que yo. Yo le contesté: Si Dios nos la puso en nuestros brazos, tenga lo que tenga la niña es nuestra. Y si no tiene mucha vida, se la haremos feliz. Esa fuerza indudablemente nos vino del Espíritu Santo”.

Mialdea explica que “una vez en España y tras múltiples pruebas médicas, descubrimos que Ana no tiene daño cerebral. Tiene varios problemas de salud y ha sido operada ocho veces. Van lentos, pero todos sus problemas son solucionadles. Ana es una niña alegre, cariñosa y llena de vida. Tiene un don especial para ganarse el cariño de la gente”.

Adoptar es un acto de amor

Anabel concluye su intervención exponiendo que “no niego que para adoptar, aparte de tener un corazón cargado de amor, es necesario tener una mente amplia. Nuestros hijos nos dan mucho más que nosotros a ellos. Adoptar no es un acto de caridad, adoptar es un acto de amor”.

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