La archidiócesis de Granada pide la liberación de Rolando Álvarez y por la "reconciliación" en Nicaragua

En un comunicado, la Iglesia de Granada ha reclamado "la inmediata liberación de todos los presos políticos, de los católicos retenidos por el odio y la violencia" en el país

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El arzobispado de Granada ha mostrado su repulsa por los “continuos ataques” que está sufriendo en las últimas semanas la Iglesia de Nicaragua. En un comunicado publicado en las últimas horas, han pedido la “liberación del obispo de la diócesis de Matagalpa, Rolando Álvarez, que fue detenido junto con varios sacerdotes y laicos, acusados de organizar grupos violentos para desestabilizar al gobierno de Nicaragua”.

La Archidiócesis andaluza ha lamentado que en los últimos tiempos, Nicaragua está viviendo “verdaderos brotes de odio, de violencia y de represión”, y ha denunciado que el gobierno del país “ha intentado amedrentar a los católicos de ese país reteniendo por 16 días al obispo Rolando Álvarez en la sede de la curia, y posteriormente lo han secuestrado junto con las otras personas, de modo que aún se desconoce su paradero; y no conforme con ello, ha destruido parte del patrimonio de la Iglesia, y ha sustraído de las iglesias imágenes significativas para el pueblo cristiano”, ha continuado detallando el obispado granadino.

En el comunicado, ha añadido que la Iglesia Católica siempre busca “la reconciliación y el reencuentro; a pesar de nuestros muchos pecados, la Iglesia ha sido y es fuente de humanidad plena, sin censuras ni parcialidades ideológicas. La diócesis de Granada tiene un amor grande por la Iglesia en Nicaragua, como por la de nuestros otros países hermanos en América Latina”.

Así las cosas, la diócesis que gestiona Francisco Martínez ha reclamado “la inmediata liberación de todos los presos políticos, de los católicos retenidos por el odio y la violencia, así como el cese de las persecuciones y la reconstrucción de la paz”.

En el ángelus de este domingo, el Papa Francisco ha mostrado su “preocupación y dolor” ante la situación creada en Nicaragua: "Quiero expresar mi convicción y deseo de que por medio de un diálogo abierto y sincero se puedan encontrar todavía las bases para una convivencia respetuosa y pacífica. Pidamos al Señor por intercesión de la Purísima que inspire esto en el corazón de todos”, expresó el Santo Padre desde el balcón de San Pedro.

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