El cardenal José Cobo, ante el Cristo de Medinaceli: "Algunos hacen hoy el mismo viaje que Él hizo"

El cardenal José Cobo ha presidido la Eucaristía en la Basílica de Jesús de Medinaceli y ante el "Señor de Madrid", ha querido acordarse de los "rescatados" de hoy

Redacción Religión

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La Basílica de Jesús de Medinaceli acoge cada primero de marzo de cada año el besapie del Señor de Madrid, una de las imágenes más queridas de la capital y de toda España. Este año ha presidido la Eucaristía, con una Iglesia repleta de fieles, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid.

En su homilía, el Cardenal ha recordado la propia historia de esta imagen de Jesús de Medinaceli. Hay que recordar que la talla del Cristo es de la primera mitad del siglo XVII, con 1,73 metros de altura. Fue tallada en Sevilla y trasladada por los Capuchinos a Marruecos, para que sirviera de culto a los soldados españoles. En 1681 la imagen es capturada por el ejército del sultán de Marruecos, Musley Ismael.

Fue arrastrada por las calles en señal de odio contra la región cristiana y vista por el Padre de la Orden de la Santísima Trinidad, Fray Pedro de los Ángeles, que solicitó el rescate de la imagen al rey. La imagen, una vez rescatada,es trasladada a Tetuán, Ceuta, Sevilla y llega a Madrid en 1682. Precisamente el cardenal Cobo ha querido afirmar que inauguró un viaje que para muchos a día de hoy es muy familiar: “su valor está en que nos remite y nos deja comprender cómo es el rostro de Cristo. Su valor está en que cada vez que le miramos nos remite a Cristo, rescatado, humillado, refugiado y peregrino”.

El arzobispo de Madrid ha querido recordar a todos los rescatados que hoy tenemos en nuestra sociedad y a todos aquellos rescatadores que día a día trabajan para construir el reino de Cristo: “Podemos vernos a nosotros mismos y ver, a través de Él, a todos aquellos que le besan y a quien Cristo quiere acoger. A través de Él vemos nuestra necesidad de rescate, pero también vemos la necesidad de los rescatados, de los peregrinos y de tantos que nos piden que seamos sus rescatadores”.

El arzobispo de Madrid ha querido subrayar que “cada beso y oración” al Cristo de Medinaceli “es un compromiso por pertenecer y construir su Reino”. José Cobo también ha querido lanzar una pregunta al pueblo de Madrid: “¿Y qué nos pide hoy el Señor?" Ha respondido indicando que debemos mirarle con el corazón y ante un mundo que maquilla el dolor y la fragilidad: “ante un Madrid en el que vivimos donde abunda la violencia, donde habita el grito, el insulto, la agresión, la descalificación, ante una ciudad que prefiere descartar los que sufren, ante unos barrios a veces en el que no queremos mirar el sufrimiento ni siquiera de los que han hecho el mismo viaje que este Cristo, hoy nos invita a mirarle a Él".

En la Basílica de Medinaceli, José Cobo, ha indicado que es la debilidad el lugar donde Cristo se hace cada vez más presente: “Siempre que acudamos a Cristo nos va a hablar así, abajado, desde la miseria humana, desde la fragilidad, desde la debilidad” ha asegurado.

Además ha explicado que es precisamente la mirada del Señor la que hace que nuestra realidad cambie: “si queremos pertenecer a su Reino, tendremos que dejarnos mirar por Él, aguantar la mirada, esa mirada del corazón, porque aquel que se deja mirar por Él se siente transformado”.

Al final de su homilía, el cardenal José Cobo ha asegurado que estar en el Reino de Dios "es aprender a mirar a los que también lo miran”. Además ha indicado que Dios cada día llama a nuestra puerta y espera a que aceptemos su compromiso de amor: “Hoy, mirándole a Él, nos abraza a todos. La respuesta está en nosotros: si aceptamos su compromiso de ser rescatadores con Él".

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