El cardenal Vérgez, cabeza del 'Governatorato', recuerda en Madrid al beato Pironio: "Era el amigo"

La Almudena ha acogido una mesa redonda sobre la figura del Cardenal Pironio. En esa mesa redonda, además del cardenal Vérgez, ha estado el arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo

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“Profesta de la Esperanza, testigo del amor de Dios”, con ese título se ha celebrado una mesa redonda en la Catedral de la Almudena, presidida por el arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, en recuerdo del Cardenal Pironio, recientemente beatificado y que fue el impulsor de las Jornadas Mundiales de la Juventud y que además tuvo una estrecha relación con la Iglesia Española.

En ella, además, ha participado el cardenal Fernando Vérgez, presidente de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano y secretario de Pironio durante 23 años; el cardenal Aquilino Bocos, y además ha tenido los testimonios de Victor Cortizo y Laura Moreno, delegada episcopal de jóvenes de la archidiócesis de Madrid.




“Hizo de la amistad una virtud”

Uno de los rasgos más importantes del cardenal Pironio, según Fernando Vérgez, era la amistad: “Pironio era el amigo, el hombre que hizo de la amistad una virtud, un culto, era el amigo de Dios para los hombres. Esta vivencia de la amistad con Dios nos la transmitía a todos. Consideraba la amistad como uno de los grandes valores humanos y los que hemos tratado con él siempre nos hemos sentido sus amigos. Sabíamos que teníamos un amigo que, al dar se daba, y nunca daba sin darse. Siempre comprometía su corazón en lo que daba”. “Es la expresión de un hombre hecho por Dios”, ha asegurada el cardenal Aquilino Bocos, que también ha querido dar su testimonio sobre la figura del nuevo beato.

Tras el testimonio de los dos cardenales, Victor Cortizo, exdirector del departamento de Pastoral Juvenil en la CEE, ha recordado cómo conoció al cardenal Pironio. Fue, según ha contado, “en Luján, cuando con un grupo de 80 españoles viajamos a Argentina para la JMJ”. Por último, Laura Moreno, delegada episcopal de jóvenes de la archidiócesis de Madrid, ha recordado, con mucha emoción la figura de un “gran maestro”.


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