La catedral de Segorbe, preparada para clausurar el Año Jubilar Diocesano: "Tiempo de gracia y renovación"

A partir de la 18h, y en directo por TRECE, la diócesis acogerá una Solemne Eucaristía de Clausura del Año Jubilar Diocesano que estará presidida por el nuncio apostólico

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Este domingo de la Divina Misericordia, 16 de abril, la Catedral Basílica de Segorbe acogerá una Solemne Eucaristía de Clausura del Año Jubilar Diocesano que estará presidida por el nuncio apostólico, Bernardito C. Auza. Tendrá lugar a las 18h de la tarde y será retransmitido en directo por TRECE y por el canal diocesano de Youtube.

Un Año Jubilar que se abría el pasado 12 de abril de 2022, coincidiendo con la Santa Misa Crismal en una solemne Eucaristía a la que acudían cientos de fieles. Con este Jubileo Diocesano se ha conmemorado el 775º aniversario de la creación de la sede episcopal de Segorbe, concedida por medio de la bula Pie Postulatio del Papa Inocencio IV.



El obispo de la diócesis, Casimiro López Llorente, abría la Puerta Santa de la Catedral, sede de la cátedra del Obispo y signo de su sucesión apostólica. Va a ser clausurado este domingo, coincidiendo con la Fiesta de la Divina Misericordia, un auténtico “Año de gracia de Dios”, como lo definía el Obispo en su Carta Pastoral para prepararnos espiritualmente a celebrar esta importante efeméride. Este viernes, Casimiro López, hizo balance del Año de Gracia en El Espejo de Cope Castellón donde reconoció que pudo sentir “la alegría que se ha producido del encuentro con el Señor” a través de las peregrinaciones que miles de fieles han realizado a la Catedral de Segorbe.

“Con la presencia del Nuncio queremos mostrar la comunión de nuestra Iglesia particular de Segorbe-Castellón con el Santo Padre y la Iglesia universal, y agradecer al Papa que nos haya concedido la gracia de celebrar un Año Jubilar y ganar la Indulgencia Plenaria a lo largo de este año”, ha escrito el obispo en su carta.



Casimiro ha recordado como “aún están vivas en nuestro corazón las peregrinaciones de las parroquias por arciprestazgos, de catequistas y profesores de religión, de niños y adolescentes de nuestros colegios diocesanos, de los jóvenes y universitarios, de los voluntarios de Cáritas o de Manos Unidas, de Cofradías o ‘Retiros de Emaús’, entre otros”.

El obispo de la diócesis tiene claro que “es la hora de la acción de gracias a Dios por nuestra Iglesia diocesana y por tantos dones recibidos a lo largo de este Jubileo”.

Ha sido un tiempo en el que hemos podido experimentar, casi palpar en muchos casos, la misericordia infinita de Dios en muchas personas, que han sentido su amor, su cercanía, su consuelo, su perdón, su aliento y su presencia. El Jubileo ha sido un tiempo de gracia para la conversión y la renovación personal y comunitaria, para la renovación de nuestra vida cristiana, y para la renovación pastoral y misionera de nuestra Iglesia y de nuestras comunidades”, ha subrayado el obispo.


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