Conviene separar la obra en sí del autor”. Así lo ha expresado el portavoz de los obispos y secretario general de la CEE, Francisco César García Magán, refiriéndose al caso concreto de Marko Ivan Rupnik.

Durante su comparecencia en la rueda de prensa para explicar los trabajos de los obispos miembros de la Comisión Permanente, los periodistas han expuesto la "posibilidad de que desde Roma hubieran ordenado retirar todas las obras del artista esloveno". A este respecto, García Magán ha argumentado que si se repasara la Historia del Arte “nos llevaríamos a lo mejor la sorpresa” ante el descubrimiento de que la vida de los autores “que han creado obras de belleza” no ha sido "ejemplar".

Y es que, ha explicado "una obra de arte religiosa no tiene un fin en sí mismo" y ha puesto como ejemplo "la iconoclastia en los primeros siglos de la Iglesia". En la Teología católica, la obra de arte "es un medio que nos ayuda a ponernos en comunicación con Dios, a rezar, a admirar, a alabar... No tiene un fin en sí mismo. Entonces, si eso ayuda y si eso sirve con su objetivo, pues creo que es lícito", ha concluido.

La capilla de la Sucesión Apostólica