La diócesis de Astorga informa de la condena impuesta al sacerdote apartado en 2019 por abusos a menores
La diócesis leonesa ha informado que el Tribunal de la Rota considera que los actos cometidos por el sacerdote son "hechos imputados ciertos"
Tiempo de lectura: 1’
El sacerdote de la diócesis de Astorga, A. E. Sánchez Cao, ha sido condenado por cometer abusos sexuales a menores cuando ejercía su ministerio en el Seminario de la Bañeza. Tal y como recuerda la propia diócesis en un comunicado publicado este martes, 21 de diciembre, Sánchez Cao fue apartado del ejercicio público en el año 2019.
En el comunicado, aseguran que la diócesis está "comprometida en la lucha contra los abusos sexuales, de poder y conciencia, así como en la protección de los menores y personas en situación de vulnerabilidad".
Hechos imputados ciertos
Tras la investigación de las denuncias a nivel diocesano y el estudio del caso en la Santa Sede por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que levantó la prescripción, el proceso administrativo penal fue delegado al citado Tribunal de la Rota, que considera «los hechos imputados ciertos».
Así, condena al sacerdote a «la prohibición de ejercer cargos que impliquen el contacto esporádico o habitual con menores de 18 años hasta el cumplimiento de los 80 años». Además, se le revoca por el mismo tiempo la facultad de oír habitualmente confesiones.
Compromiso por la prevención
La diócesis de Astorga ha mostrado su compromiso en la la protección de los menores y personas en situación de vulnerabilidad, y ha recordado «que está tomando todas las medidas de prevención necesarias y de actuación cuando se han tenido noticias de hechos tan execrables».
Por eso, lamentan «profundamente» estos hechos y reiteran «su petición de perdón por el grave daño causado a las víctimas en su desarrollo humano y cristiano», señala a través de un comunicado. Al mismo tiempo, muestra «su respeto y acatamiento de las resoluciones canónicas, su compromiso de apoyo a las víctimas y su propósito de seguir trabajando activamente para que los espacios eclesiales sean lugares seguros».
