La Iglesia celebra la Jornada Mundial de los Pobres, que en España afecta a 11 millones de personas

El Papa Francisco pide a los fieles con motivo de esta jornada "que acojamos con amor a todos aquellos a los que la vida ha dejado al borde del camino"

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La Iglesia celebra la VII Jornada Mundial de los Pobres,en un contexto preocupante para nuestro país, donde las desigualdades sociales se han convertido en un problema estructural. Según datos proporcionados por Cáritas, en España hay alrededor de once millones de personas que viven en situación de exclusión social, lo que en porcentaje represente un 23,4 % de la población.

Unas cifras que ha recordado en su carta dominicalel arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella,que agrega que en el caso de su diócesis son casi 900.000 las personas que se encuentran “en esta terrible situación”. Frente a ello, el también presidente de la Conferencia Episcopal Española pide no silenciar ni ser indiferentes “al clamor de tantos hermanos que piden nuestro apoyo y solidaridad”.



En su carta, Omella recuerda que el Papa Francisco pide a los fieles “que seamos buenos samaritanos, que acojamos con amor a todos aquellos a los que la vida ha dejado al borde del camino. Hoy la Iglesia nos recuerda la importancia de comprometernos con los más vulnerables y a ser, como Jesús, buena noticia para los pobres”, apunta.

El Libro de Tobías, el versículo escogido por el Papa para la jornada de los pobres

En su mensaje de este año con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres, el Pontífice propone meditar sobre un pasaje del Antiguo Testamento, el Libro de Tobías, con el que se mantiene viva la esperanza en medio de las dificultades de la vida.

“El capítulo cuarto del Libro de Tobías comienza con una escena conmovedora. Tobit, un anciano venerable, está despidiendo a su hijo Tobías, el cual está a punto de emprender un largo viaje. El anciano teme que tal vez ya no vuelva a ver a su hijo. Por ello, le dirige unas palabras, que hoy nos ayudarán a vivir esta Jornada”, ha explicado el arzobispo de Barcelona en su carta dominical.

“Tobit le explica a su hijo que ha estado comprometido toda su vida con los pobres. Desde joven se ha dedicado a dar limosna y a compartir su pan con los que pasaban hambre. También ha procurado que los pobres que habían fallecido tuvieran un funeral digno. Es por ello por lo que aconseja a su hijo y le dice: 'No apartes tu rostro del pobre'. Este es el versículo escogido por el Santo Padre para el lema de este año”, ha continuado relatando el cardenal Omella.

“El compromiso de Tobit con los más pobres le llevó a continuos conflictos con las autoridades de su época. Fue perseguido y perdió sus bienes. Sin embargo, su situación de pobreza no le amilanó, sino que le ayudó a comprender más la situación de los empobrecidos que vivían junto a él. Y es que, a menudo, cuando descubrimos nuestras fragilidades podemos ser más sensibles a los sufrimientos ajenos. El Libro de Tobit nos propone que ayudemos a los más necesitados con gestos sencillos y concretos. Los pobres son nuestros hermanos. Estamos llamados a escucharlos, a acogerlos y a descubrir la sabiduría que Dios nos comunica a través de ellos”, ha concluido el presidente del episcopado español en su carta dominical.

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