José María Avendaño ya es auxiliar de Getafe: “El obispo es el padre de los pobres”

Ginés García Beltrán destaca en la ordenación episcopal que "el obispo protege a su pueblo siendo promotor de comunión"

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El Señor vuelve a bendecir a la iglesia de Getafe con el envío de un obispo auxiliar, en la persona de José María Avendaño Perea”, con estas palabras se ha referido el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, en la ordenación del nuevo obispo auxiliar de esta diócesis. El prelado ha mostrado su gratitud a Dios y al Papa Francisco por este nuevo nombramiento, especialmente por haberse fijado en un sacerdote de dicho presbiterio diocesano.

En su homilía ha explicado que “con sus preguntas, Jesús no pretende hacer un examen a Pedro, solo quiere recordarle que Él es fiel, que mantiene su voluntad de dejar en sus manos lo más grande que tiene, el pueblo que ha adquirido por su sangre, y para esto solo es necesario el amor, aunque sea débil e imperfecto, pero el amor. En este pasaje evangélico encontramos la raíz de nuestro ministerio: el amor a Cristo, un amor que se hace de confianza e intimidad, un amor que se manifiesta en la fidelidad de cada día, en la perseverancia en medio de la prueba, en la paciencia del que sabe esperar en que Dios siempre cumple su promesa”.



Para Ginés García el diálogo del Resucitado con Pedro es una llamada a volver siempre al primer amor. “Una llamada para todos, y hoy especialmente para ti, querido José María. Es volver a tu casa, a tu pueblo, al testimonio de fe y generosidad de tus padres, Cándido y Jorja, hoy Sierva de Dios comenzado su proceso de beatificación, a tu búsqueda juvenil del bien y la belleza, al impacto que sentiste en el corazón cuando descubriste que un pastor, un obispo, está llamado a dar la vida, incluso con el derramamiento de su sangre, esta revelación te hizo dejar todo aquello que legítimamente te correspondía para servir al Señor en el ministerio sacerdotal”.

García Beltrán ha señalado que “el amor a Cristo no nos encierra, el amor siempre es un camino de apertura y acogida del otro; la respuesta de Jesús a la confesión de Pedro es la misión: “Apacienta mis corderos”, “pastorea mis ovejas”, “apacienta mis ovejas”. En estas palabras-encargo del Señor al apóstol está el contenido y hasta el estilo en el ejercicio de la misión apostólica”.

“De Cristo arrancan todas las verdades de la fe”

En referencia a la misión del obispo, ha explicado que es “apacentar, pastorear. Ser pastor al estilo del Buen Pastor. Alimentar al pueblo con la Palabra, después de haber bebido tú mismo de esta fuente. El obispo anuncia con fidelidad el Evangelio, dirige a los hombres a la fe, también a los alejados y a los que no creen; en la fe los ha de robustecer porque así ejerce su paternidad en medio del pueblo. De Cristo, corazón del Evangelio, arrancan todas las verdades de la fe en las que se debe instruir al pueblo”.

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Refiriéndose a Avendaño, el obispo de Getafe ha anunciado que “vas a ser constituido sucesor de los apóstoles, vas a recibir el sacramento del orden en el primer grado, hoy se realiza en ti la obra de Dios, pero un obispo no sale de aquí acabado, ahora la vida, la historia, el pueblo irán moldeando este ministerio que hoy recibes sacramentalmente; déjate hacer”.

"Juntos seguiremos el camino de la evangelización de esta Iglesia"

Por último, ha querido resaltar el nuevo camino que comienza el obispo auxiliar en la Iglesia de Getafe, expresando que “juntos seguiremos el camino de la evangelización de esta Iglesia con la mirada fija en Jesús y recogidos en su Corazón que nos anima a entregarnos con un amor como el suyo. Nos acompaña la oración de la Iglesia y nos mueve que Jesucristo sea conocido, amado y servido en cada rincón de la diócesis. Todos los que te conocemos sabemos de tu devoción a los santos, desde Teresa del Niño Jesús a Carlos de Foucauld, desde el obispo Romero a San Pablo VI. Pero hoy quiero recordar un episodio de la vida de S. Pedro Poveda -santo tan unido a nuestras vidas-, cuando en el momento de su martirio le preguntaron quién era, su respuesta fue: “Soy sacerdote de Cristo”. Tú, querido hermano, “Obispo según el Corazón de Cristo", ha concluido Ginés García.

"Me pongo en camino, en el corazón de la Iglesia"

En sus primeras palabras tras la ordenación episcopal, José María Avendaño ha expresado que su deseo es que “los pobres, indefensos y necesitados se sientan custodiados y defendidos desde mi corazón”. Para ello ha invocado la ayuda del pueblo de Dios, afirmando que “la muchedumbre de los santos de Dios me protege, me sostiene y me conduce. Me pongo en camino, en el corazón de la Iglesia, junto con mis hermanos pastores como Cristo para rescatar a los hombres de los desiertos de la pobreza, del hambre y de la sed, el desierto del abandono, de la soledad, del amor quebrantado, el desierto de la oscuridad de Dios, del vacío de las almas que ya no tienen conciencia de la dignidad, desiertos exteriores y desiertos interiores y conducirlos al lugar de la vida, hacia la amistad con el Hijo de Dios, que nos da la vida en plenitud”.

El nuevo prelado getafense ha indicado que “con agradecimiento reconozco que todo me ha sido dado: el don de la vida, el don de la fe, en el corazón de la Iglesia el don de un ministerio que no es un oficio, sino una entrega, el ofrecimiento de mi propia vida, en servicio “sin tacha día y noche”. Un servicio a Dios y a esta porción del santo Pueblo de Dios que camina en Getafe: ‘para servir a Dios y a usted’, como me enseñaron mis padres” ha indicado.

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