Las Conferencias Episcopales de la UE pide que se identifiquen a las víctimas de Nador e investigar las causas
COMECE ha lamentado la muerte de los migrantes que trataban de saltar la valla de Melilla y condena la violencia empleada por los agentes policiales para detener a las personas
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La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) ha lamentado la muerte de decenas de personas migrantes y solicitantes de asilo en la ciudad marroquí de Nador, cuando trataban de llegar a territorio español cruzando la valla hacia Melilla, así como la pérdida de la vida de dos policías: “Rezamos por ellos y por sus familias”, se puede leer en el comunicado.
La COMECE ha reclamado a las autoridades del país africano que se identifiquen a todas las víctimas y la devolución de sus restos a sus familias, así como una investigación independiente y fidedigna de lo ocurrido en este trágico episodio. Algo que no se está produciendo según la Asociación de Derechos Humanos de Marruecos, que en las últimas horas denunciaba que las autoridades de Nador están excavando 21 tumbas en el cementerio de Sidi Salem sin que se hayan realizado autopsias ni investigación alguna sobre la muerte de los al menos 27 migrantes fallecidos.
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La organización advertían de que "las autoridades pretenden ocultar rápidamente el desastre que hemos vivido" y lamentan que no haya una investigación ni una autopsia de los cuerpos de los fallecidos, que no han sido identificados. "Es un verdadero escándalo", ha remachado.
Asimismo, la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea se ha mostrado muy crítica con la gestión de la migración por parte de los estados miembros de la Unión Europea, ya que a su juicio “no puede consistir en dar un cheque en blanco a los países vecinos que no respetan la dignidad inalienable de los migrantes y refugiados”.
La COMECE condena también el uso de la violencia por parte de las personas que intentan cruzar las fronteras “y pide un uso proporcionado de la fuerza por parte de los agentes de la ley y el respeto absoluto de la dignidad humana y los derechos fundamentales de los migrantes y refugiados, así como un sistema adecuado de identificación de los legítimos solicitantes de asilo.”
