"Los pacientes con trastornos de salud mental siguen siendo los últimos de la fila"

Los profesionales consultados por ECCLESIA recalcan que un trastorno mental es peligroso para la superviviencia de quien lo padece, no para la sociedad: "Sigue habiendo pudor"

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Los pacientes con trastornos de salud mental siguen siendo los últimos de la fila en el ámbito sanitario. Así de contundente se ha mostrado en ECCLESIA Elvira Conde, directora gerente de los dos centros psiquiátricos que la Orden San Juan de Dios gestionan en Madrid.

La práctica totalidad de los españoles (97%) cree que las enfermedades mentales están asociadas a un estigma. Dos de cada tres españoles (64%) considera que admitir que se tiene un problema mental suele generar pudor; el 33% piensa que la información acerca las enfermedades mentales es aún insuficiente, según el estudio demoscópico titulado 'La salud mental y su percepción por parte de la opinión pública española'.

Ante estos datos, Elvira Conde sostiene que se han producido ciertos avances en cuanto al estigma se refiere, pero queda mucho camino por recorrer: “Hasta hace poco no se ha puesto en evidencia la necesidad de atender la salud mental y se habla más abiertamente de ello y se le quita algo el estigma, aunque todavía sigue habiendo algo miedo o pudor de que podamos tener una enfermedad mental igual que podemos tener una diabetes o una hipertensión”, ha sostenido la gerente.

"Los trastornos mentales son peligrosos para uno mismo, no para los demás"

Por su parte el psiquiatra y director médico de los dos centros psiquiátricos de la orden religiosa (Nuestra Señora de la Paz en Arturo Soria y el centro de Ciempozuelos), Álvaro Pico, recalca que contrariamente a lo que una parte de la sociedad piensa todavía, las personas con problemas de salud mental constituyen un peligro para ellos mismos en caso de no ser tratados, y no para la sociedad.

“Que un trastorno sea leve o se pueda resolver en el tiempo no quiere decir que no sea importante, grave y potencialmente peligroso para unos mismo. El problema de la salud mental es peligroso para uno mismo, no para los demás. Algo que del estigma del paciente, sobre todo del trastorno grave, está presente. Es peligroso para uno mismo para su propio cuidado, para su propia supervivencia porque se cuidan mal o pueden llegar a tener esas respuestas como autolesiones o suicido”, ha advertido el psiquiatra.

"Muchos pacientes vienen enfadados"

En la mayoría de las ocasiones son los propios pacientes que presentan estos trastornos quienes son conscientes de su realidad, lo que hace que muchos de ellos ingresen en los centros sanitarios con sentimiento de frustración y enfado, tal y como ha precisado la terapeuta en Ciempozuelos Teresa Mañoso.

“No quieren estar lógicamente. Yo tampoco querría estar. Vienen a veces sintiendo que están privados de libertad. Se viene con mucho enfado sobre todo. Yo también vendría enfadada y todas las personas que entran en un hospital sea de las características que sea, entra malhumorado. Nadie viene porque quiere”.

Por ello, Mañoso ha añadido que el trabajo de los profesionales en estos centros es que tomen conciencia de su estado para avanzar: “Tienen que ser conocedores de sus propias limitaciones y dificultades para progresar. Llegan enfadados, pero luego todo se torna más equilibrado y armonioso”, ha expresado.

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