Más de 300 edificios religiosos, en riesgo de desaparición debido a la despoblación según 'Hispania Nostra'

La asociación, dedicada a la defensa del patrimonio, ha incorporado en su lista roja a la iglesia San Miguel de Talavera: "es compromiso de la sociedad mantener estos monumentos"

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La asociación 'Hispania Nostra' estima que más de 300 edificios religiosos están en riesgo de desaparición por el abandono al que se les ha sometido por parte de los vecinos y las administraciones.

La asociación, dedicada desde hace más de cuatro décadas a la defensa del patrimonio cultural, elabora la 'Lista Roja del Patrimonio' donde incorporan los monumentos que se encuentran en riesgo de extinción. Actualmente hay unos mil, de los cuales más de 300 son dedicados al culto.

El último de formar parte de esta lista ha sido la iglesia San Miguel de Talavera de la Reina (que data del siglo XIII) y que el portavoz del comité científico de 'Hispania Nostra', Víctor Antona, asegura en Ecclesia estar en ruinas: “De la iglesia queda poco, algún muro, unos arcos y uno de los pórticos que está ocupado por unas viviendas. Es una pena porque no hay muchas iglesias que tengamos del siglo XIII, y menos en esta zona de España”, lamenta.

Antona ha explicado que España cuenta con multitud de edificios de tipo religioso que han entrado en esta situación por varios motivos, como el traslado de la feligresía, daños provocados por conflictos bélicos o incendios.

En cualquier caso, el portavoz de 'Hispania Nostra' ha precisado que la mayor parte de estos edificios, también religiosos, que forman parte de la Lista Roja de Patrimonio se encuentran en las zonas rurales, víctimas del fenómeno de la despoblación: Son edificios que cuando pierden población, que es la que mantiene el inmueble con su trabajo cotidiano, se deterioran y colapsan por lluvias, entra el agua por la destrucción de las cubiertas...”

Víctor Antona ha aclarado que la filosofía de 'Hispania Nostra' a la hora de confeccionar la lista de monumentos en riesgo de desaparición no es más que “hacer un llamamiento a la sociedad de que si queremos conservar el patrimonio, el compromiso es de toda la sociedad. Es costoso el mantenimiento, con inversiones potentes, y corresponde a la sociedad decidir si quiere conservarlo o no”.

Un proceso que no es sencillo, ya que como explica, la restauración del patrimonio no es una tarea que se desarrolla en un solo día: “Puede tardar diez o veinte años por la gran cantidad de monumentos que tenemos”.

En este sentido, ha manifestado que cada vez hay mayor concienciación social sobre la importancia de mantenerlos: “Hay vecinos que son de pueblos pequeños y vuelven por vacaciones, y han tomado conciencia. De hecho se han impulsado iniciativas interesantes como la línea de micromecenazgo, y con ello hemos logrado restaurar algún retablo, arcos, etc. Es lo que tenemos que hacer, no dejarlo todo a manos de administraciones y técnicos, sino que corresponde a la sociedad impulsarlo si queremos mantenerlo”, insiste Víctor Antona.

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